Experto descarta la alternativa nuclear ante la crisis eléctrica del país y advierte sobre los altos costos, peligros ambientales y dependencia de uranio importado.
Por: Laura Guio
Ante la persistente inestabilidad del sistema eléctrico de Puerto Rico, resurge periódicamente la propuesta de adoptar energía nuclear como solución.
Sin embargo, el doctor Neftalí García, reconocido químico y veterano ambientalista puertorriqueño, durante una entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública rechaza categóricamente esta alternativa por considerarla económicamente inviable, ambientalmente peligrosa y poco práctica para la realidad del archipiélago.
Sin uranio propio, total dependencia externa
"Primero, en Puerto Rico no hay yacimientos conocidos de uranio", señaló García, subrayando que el combustible tendría que importarse desde países como Australia, Rusia, Namibia, Sudáfrica o India, los mayores productores mundiales de este material radiactivo.
Esta dependencia agravaría la vulnerabilidad energética del país, que actualmente enfrenta problemas con el suministro de gas natural debido a un contrato con una empresa extranjera que "tiene un monopolio en el puerto que nos ha chantajeado una o dos veces con respecto al asunto de la disponibilidad de ese combustible", explicó el experto.
Costos prohibitivos y desechos milenariosEl especialista alertó sobre la inversión inicial extraordinariamente alta que requeriría una planta nuclear, muy superior a las plantas de gas, petróleo o carbón.
"Así es que aunque después de hacer la inversión digan que es y que más barata, eso habría que verlo dado que la inversión inicial es tan alta", cuestionó García, planteando quién asumiría ese costo en un país con recursos limitados.
Además, la producción de energía nuclear "genera unos desperdicios radioactivos y esos desperdicios radioactivos algunos de ellos duran miles de años", advirtió. La disposición de estos materiales representa un problema mayúsculo, pues "genera problemas de contaminación de aguas, particularmente aguas superficiales y subterráneas cercanas al lugar donde se disponga".
Riesgos de accidentes y contaminación constanteGarcía recordó los desastres nucleares históricos que evidencian los peligros inherentes a esta tecnología: "El sobrecalentamiento fue lo que llevó por ejemplo al problema en Chernóbil. En el caso de Fukushima en Japón es que hubo un maremoto que afectó el sistema y que entonces llevó a la salida de material radioactivo hacia el mar".
"En toda planta nuclear siempre hay un peligro de que el sistema de generación se sobrecaliente y se funda y se rompa los contenedores del material radioactivo", enfatizó el químico.
Incluso sin accidentes, la operación normal de una planta nuclear genera impactos: "Hay salida de agua caliente que afecta al río del mar en áreas cercanas, afecta la pesca y puede haber escapes de radioactividad", detalló.
Puerto Rico: terreno inadecuado para desechos nuclearesLa geografía y el clima de Puerto Rico presentan obstáculos adicionales. Según García, la disposición de residuos radiactivos "tendría que hacerse a enormes profundidades, pero esto es un país con mucha lluvia y habría una probabilidad relativamente alta de infiltración de agua y por lo tanto de contaminación de agua subterránea".
"Así que sí hay riesgo aunque no haya un accidente", concluyó el experto, descartando la energía nuclear como alternativa viable para resolver la crisis energética del archipiélago.
Gaza: una catástrofe ambiental y humanitaria sin precedentesEn la misma entrevista, García también abordó la situación en Gaza tras meses de bombardeos, calificándola como "genocidio" y comparando la devastación con escenarios peores que un huracán categoría 5 o un terremoto.
"Han muerto más de 67,000 personas, un gran número de ellos son niños, y la destrucción de las estructuras de las viviendas ha sido como 75% de las estructuras destruidas", indicó el ambientalista.
La contaminación ambiental resultante es severa: "Además de la destrucción directa por la bomba, hay un grave proceso de contaminación", explicó García, mencionando la liberación de gases tóxicos, metales pesados como plomo de tuberías antiguas y mercurio usado en detonadores.
Comparando con la limpieza de Vieques y Culebra —que lleva más de dos décadas sin concluir—, el experto estimó que la recuperación ambiental de Gaza "podríamos hablar de 40, 50 años".
"La responsabilidad central de lo que ha ocurrido en Gaza es de Israel, es de los sionistas", afirmó García, añadiendo que Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y los países europeos en general "tienen que poner los recursos para la reconstrucción".