Las enfermedades sistémicas afectan diferentes partes del cuerpo, entre ellas, la cavidad bucofaríngea. Los dientes y las encías pueden verse fuertemente afectados por estas condiciones.
Por: María Camila Sanchez Correa
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria de la mucosa oral que afecta progresivamente a la integridad de los tejidos que soportan los dientes. Se asocia epidemiológicamente con varios trastornos inflamatorios crónicos, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 (T2D), la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad del hígado graso no alcohólico y determinados cánceres.
Desde el punto de vista médico y terapéutico, es imprescindible comprender la relación entre la periodontitis y las comorbilidades asociadas. La periodontitis, una enfermedad inflamatoria crónica multifactorial, es un ejemplo de interacción desequilibrada entre el microbioma local y la respuesta inflamatoria del huésped (disbiosis). Este desequilibrio contribuye a la destrucción del tejido periodontal, lo que conduce a la pérdida de hueso. Los principales factores de riesgo de esta enfermedad son el tabaquismo y la diabetes.
Enfermedad periodontal
Las enfermedades periodontales son principalmente el resultado de infecciones e inflamaciones de las encías y el hueso que rodean y sostienen los dientes. En su fase inicial, llamada gingivitis, las encías pueden inflamarse y enrojecerse y pueden sangrar. En su forma más grave, la periodontitis, las encías pueden desprenderse del diente, se puede perder el hueso y los dientes pueden aflojarse o incluso caerse. La enfermedad periodontal se da sobre todo en adultos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., la enfermedad periodontal y la caries son las dos mayores amenazas para la salud dental. La periodontitis es más frecuente en los hombres que en las mujeres (56,4% frente a 38,4%), en quienes viven por debajo del nivel federal de pobreza (65,4%), en quienes tienen menos de estudios secundarios (66,9%) y en los fumadores actuales (64,2%).
Aunque la periodontitis es más común en adultos y ancianos, la enfermedad también puede presentarse en niños y adolescentes.
El diagnóstico y el tratamiento temprano son esenciales para controlar la enfermedad. Para controlar mejor la periodontitis y las enfermedades sistémicas, los pacientes deben acudir al médico con regularidad.
Periodontitis y trastornos crónicos
Varios estudios epidemiológicos han sugerido una asociación entre la periodontitis y la enfermedad de Alzheimer. Un reciente estudio de cohorte retrospectivo de gran tamaño asoció los marcadores clínicos de la periodontitis con la incidencia y la mortalidad de la enfermedad de Alzheimer. Un mecanismo plausible que subyace a la relación entre la periodontitis y la enfermedad de Alzheimer podría ser la infiltración del cerebro con patógenos periodontales, una hipótesis apoyada por las nuevas pruebas que implican a Porphyromonas gingivalis.
La enfermedad periodontal se observa con frecuencia en personas con diabetes y se considera una complicación de la misma. Cabe destacar que la relación entre la diabetes y la enfermedad periodontal es bidireccional, lo que significa que la hiperglucemia afecta a la salud bucodental, mientras que la periodontitis afecta al control glucémico. La investigación también indica una asociación entre la enfermedad periodontal y un mayor riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes.
Una revisión sistemática de 2018 confirmó los hallazgos de que la periodontitis se asocia con niveles más altos de A1c en personas sin diabetes y personas con T2D, empeoramiento de las complicaciones de la diabetes en personas con T2D y una mayor prevalencia de complicaciones en personas con diabetes tipo 1. El estudio también descubrió que la periodontitis se asocia a una mayor prevalencia de prediabetes y que la periodontitis grave se asocia de forma estadísticamente significativa a un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
Además, varios estudios anteriores han demostrado una relación entre la inflamación crónica observada en la periodontitis y el riesgo de transformación maligna en órganos como la cavidad oral, la zona de la cabeza y el cuello, el esófago, el estómago, el hígado, el colon, el cuello uterino, los ovarios, la vejiga urinaria y el pulmón. Se sugiere que la respuesta inflamatoria y las señales de estimulación celular proporcionan un microambiente para la proliferación y diferenciación celular, lo que demuestra el papel que desempeña la infección periodontal en el riesgo de desarrollar cáncer.
Implicaciones para el cuidado rutinario
La salud bucodental desempeña un papel fundamental en la salud general. Por lo tanto, los médicos deben incluir una evaluación de la boca del paciente al realizar un examen clínico. El manejo y la prevención de la enfermedad periodontal por parte de los profesionales de la odontología debe considerarse una medida terapéutica y preventiva fundamental con respecto a la periodontitis y a diversas comorbilidades asociadas. De acuerdo con esta premisa, los clínicos deben centrarse en disuadir a las personas de fumar y deben hacer hincapié en la importancia de practicar una buena higiene bucal, desde el cepillado con pasta de dientes con flúor y el uso de hilo dental o cinta dental todos los días, hasta la concertación de citas con un dentista para exámenes de rutina.
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