La pérdida de conexiones neuronales o sinapsis en partes cruciales del cerebro como la corteza frontal es una característica distintiva de la depresión.
Por: Jose Ibraim Alape
La depresión, es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha sido objeto de intensa investigación en busca de tratamientos más efectivos y duraderos. Entre las características distintivas de esta afección se encuentra la pérdida de conexiones neuronales, también conocidas como sinapsis, en partes cruciales del cerebro, como la corteza frontal.
Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado un descubrimiento sobre una dosis única de psilocibina, el compuesto activo de los hongos mágicos, podría desencadenar la proliferación de sinapsis en estas regiones corticales, ofreciendo así una nueva esperanza para aquellos que luchan contra la depresión.
Psilocibina: esperanza terapéutica y cambios duraderos en el cerebro
La investigación, dirigida por el profesor asociado de psiquiatría y neurociencia en Yale, Alex Kwan, profundiza en el mecanismo detrás de los efectos terapéuticos de la psilocibina en la depresión. Se ha descubierto que este compuesto psicodélico no solo alivia los síntomas depresivos, sino que también induce cambios estructurales significativos en el cerebro que podrían tener implicaciones duraderas para el tratamiento de la enfermedad.
Según el estudio, la administración de psilocibina a ratones resultó en un aumento notable en el número y tamaño de las espinas dendríticas en la corteza frontal dentro de las 24 horas posteriores a la dosis. Estas espinas dendríticas, estructuras especializadas en la superficie de las neuronas, desempeñan un papel crucial en la comunicación entre las células cerebrales y en la plasticidad neuronal, el proceso mediante el cual el cerebro forma y reorganiza conexiones.
Cambios estructurales duraderos en sinapsis neuronales ofrecen posible solución más permanente en la depresión
Lo más notable es que estos cambios estructurales inducidos por la psilocibina se mantuvieron durante al menos un mes después de la administración del compuesto, lo que sugiere que su efecto sobre las sinapsis es duradero. Este hallazgo es especialmente emocionante porque apunta a una posible corrección de los déficits neurológicos asociados con la depresión y sugiere que la psilocibina podría ofrecer una solución más permanente que los tratamientos convencionales.
Además de aumentar la densidad y tamaño de las sinapsis, el estudio también reveló un aumento en la neurotransmisión excitadora en la corteza frontal de los ratones tratados con psilocibina. Este aumento en la actividad cerebral sugiere que el compuesto puede ayudar a revertir ciertos déficits neurobiológicos observados en la depresión, proporcionando así un efecto antidepresivo adicional.
De la interacción cerebral a la búsqueda de una terapia sin alucinaciones para la depresión
Pero, ¿qué hace que la psilocibina sea tan efectiva en este sentido? Los investigadores aún están tratando de comprender completamente el mecanismo detrás de los efectos terapéuticos de la psilocibina en la depresión. Se sabe que la psilocibina interactúa con receptores específicos en el cerebro, particularmente los receptores de serotonina, que están implicados en la regulación del estado de ánimo y la percepción sensorial. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender cómo estas interacciones conducen a los cambios observados en las sinapsis y en la actividad cerebral.
A pesar de los emocionantes hallazgos, los efectos psicodélicos de la psilocibina plantean preocupaciones sobre su uso como tratamiento para la depresión. Las alucinaciones y alteraciones de la percepción asociadas con la psilocibina pueden ser difíciles de manejar para algunos pacientes, lo que limita su aplicación generalizada. Para abordar esta preocupación, los investigadores han investigado si los efectos terapéuticos de la psilocibina pueden mantenerse sin los efectos psicodélicos.
El compuesto ketanserina bloquea efectos psicodélicos sin afectar la formación de sinapsis, un enfoque prometedor en el tratamiento de la depresión
Utilizando un compuesto llamado ketanserina, que bloquea los receptores de serotonina a los que se une la psilocibina para producir alucinaciones, los investigadores pudieron inhibir los efectos psicodélicos de la psilocibina en los ratones. Sorprendentemente, descubrieron que la formación de nuevas sinapsis en la corteza frontal no se vio afectada por este bloqueo, lo que sugiere que los beneficios antidepresivos de la psilocibina pueden no depender necesariamente de sus efectos psicodélicos.
Por último, estos hallazgos prometedores, se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos detrás de las propiedades terapéuticas de la psilocibina y su potencial para el tratamiento de la depresión en humanos. Sin embargo, este estudio representa un paso significativo hacia el desarrollo de tratamientos más efectivos y duraderos para una enfermedad que afecta a millones en todo el mundo.
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