Los investigadores descubrieron que los cambios esperados en los niveles de educación conducirán a una disminución de la prevalencia de la demencia de 6,2 millones de individuos en todo el mundo entre 2019 y 2050.
Por: Redacción MSP
El Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos estima que las personas mayores de 65 años constituirán el 16 por ciento de la población mundial en 2050, frente al 8 por ciento de 2010.
En la AAIC 2021 también se presentaron otros dos estudios de prevalencia/incidencia que han revelado que cada año se estima que 10 de cada 100.000 personas desarrollan demencia de inicio temprano (antes de los 65 años). Esto corresponde a 350.000 nuevos casos de demencia de inicio temprano por año, a nivel mundial.
La demencia describe un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales lo suficientemente graves como para interferir en tu vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.
Aunque la demencia generalmente implica pérdida de memoria, hay varias causas de pérdida de memoria. El hecho de padecer pérdida de memoria no significa que tengas demencia.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia progresiva en adultos mayores, pero existen varias causas de demencia. Dependiendo de la causa, algunos síntomas de demencia pueden ser reversibles.
Investigadores presentan proyecciones mundiales
Se espera que las tendencias positivas en el acceso global a la educación disminuyan la prevalencia de la demencia en todo el mundo en 6,2 millones de casos para el año 2050, pero que, al mismo tiempo, las tendencias en el tabaquismo, el índice de masa corporal elevado y la hiperglucemia aumenten la prevalencia en casi la misma cifra: 6,8 millones de casos, según los nuevos datos de prevalencia mundial comunicados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2021.
Con estas previsiones los investigadores del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington informaron en la AAIC 2021 que estiman que el número de personas con demencia casi se triplicará hasta superar los 152 millones en 2050. Se prevé que el mayor aumento de la prevalencia se produzca en el África subsahariana oriental, el norte de África y Oriente Medio.
"Las mejoras en el estilo de vida de los adultos en los países desarrollados y en otros lugares -incluyendo un mayor acceso a la educación y una mayor atención a los problemas de salud del corazón- han reducido la incidencia en los últimos años, pero el número total de personas con demencia sigue aumentando debido al envejecimiento de la población --explica María C. Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer--. Además, la obesidad, la diabetes y el sedentarismo en las personas más jóvenes están aumentando rápidamente, y estos son factores de riesgo para la demencia".
Para pronosticar con mayor precisión la prevalencia mundial de la demencia y producir estimaciones con respecto a país, Emma Nichols, investigadora del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, y sus colegas aprovecharon los datos de 1999 a 2019 del estudio de la Carga Mundial de la Enfermedad (GBD), un conjunto completo de estimaciones de las tendencias de salud en todo el mundo. Este estudio también pretendía mejorar las previsiones anteriores incorporando información sobre las tendencias de los factores de riesgo de la demencia.
Descubrieron que la demencia pasaría de una cifra estimada de 57,4 (50,4 a 65,1) millones de casos en todo el mundo en 2019, a una cifra estimada de 152,8 (130,8 a 175,6) millones de casos en 2050. Los mayores aumentos se observarían en el África subsahariana oriental, África del Norte y Oriente Medio. Su análisis sugirió que los aumentos previstos de casos podían atribuirse, en gran medida, al crecimiento de la población y al envejecimiento, aunque la importancia relativa de estos dos factores variaba según la región del mundo.
Además, pronosticaron la prevalencia de la demencia atribuible al tabaquismo, a un índice de masa corporal (IMC) elevado y a una glucosa plasmática en ayunas alta, utilizando la relación prevista entre estos factores de riesgo y la prevalencia de la demencia.
Encontraron un aumento de 6,8 millones de casos de demencia en todo el mundo entre 2019 y 2050 debido específicamente a los cambios previstos en estos factores de riesgo. Por otro lado, y a la inversa, los investigadores descubrieron que los cambios esperados en los niveles de educación conducirán a una disminución de la prevalencia de la demencia de 6,2 millones de individuos en todo el mundo entre 2019 y 2050. En conjunto, estas tendencias opuestas están cerca de equilibrarse.
"Estas estimaciones permitirán, a los responsables políticos y a los decisores, comprender mejor los aumentos previstos en el número de individuos con demencia, así como los impulsores de estos aumentos en un entorno geográfico determinado --apunta Nichols--. El gran aumento previsto en el número de individuos con demencia subraya la necesidad vital de una investigación centrada en el descubrimiento de tratamientos modificadores de la enfermedad e intervenciones eficaces de bajo coste para la prevención o el retraso de la aparición de la demencia".
Recientemente publicado en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, Nichols y su equipo utilizaron el mismo conjunto de datos para estimar que las tasas de mortalidad por Alzheimer aumentaron un 38,0% entre 1990 y 2019.
"Sin tratamientos eficaces para detener, ralentizar o prevenir el Alzheimer y todas las demencias, esta cifra crecerá más allá de 2050 y seguirá afectando a las personas, los cuidadores, los sistemas de salud y los gobiernos a nivel mundial --advierte Carrillo--. Además de la terapéutica, es fundamental descubrir intervenciones culturalmente adaptadas que reduzcan el riesgo de demencia a través de factores de estilo de vida como la educación, la dieta y el ejercicio".
El estudio de la Asociación de Alzheimer de Estados Unidos para proteger la salud cerebral a través de la intervención en los estilos de vida para reducir el riesgo (U.S. POINTER) es un ensayo clínico de dos años para evaluar si las intervenciones en el estilo de vida que se dirigen simultáneamente a muchos factores de riesgo protegen la función cognitiva en los adultos mayores que están en mayor riesgo de deterioro cognitivo.
Los datos sobre la demencia de inicio más joven (DAM), una forma de demencia en la que los síntomas aparecen antes de los 65 años, son extremadamente limitados. Para conocer mejor la incidencia de la DAM, Stevie Hendriks, estudiante de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), y sus colegas realizaron una revisión bibliográfica sistemática de todos los estudios publicados en los últimos 30 años que daban cifras sobre cuántas personas desarrollaban demencia antes de los 65 años.
Descubrieron que, en general, la tasa de incidencia global era de 10 nuevos casos cada año por cada 100.000 personas. También comprobaron que la incidencia aumenta con la edad. Esto sugiere que alrededor de 350.000 personas en todo el mundo desarrollan demencia de inicio temprano cada año. Las tasas de incidencia para hombres y mujeres fueron similares, y fueron más altas para la enfermedad de Alzheimer, seguida de la demencia vascular y la demencia frontotemporal.
"Nuestros resultados deberían sensibilizar a los profesionales de la salud, a los investigadores y a los responsables políticos, ya que muestran que un número significativo de personas se ven afectadas por la demencia de inicio joven cada año --apunta Hendriks--. Esto demuestra la necesidad de invertir en una asistencia sanitaria adaptada a este grupo especial de pacientes y de investigar más sobre cómo podemos apoyar, pero también prevenir y tratar mejor la demencia de inicio joven".
Prevención
No hay una manera segura de prevenir la demencia, pero hay medidas que podrían ser de utilidad. Aunque se necesita más investigación, podría ser beneficioso hacer lo siguiente:
*Mantén tu mente activa. Las actividades mentalmente estimulantes, como leer, resolver crucigramas o juegos de palabras, y la ejercitación de la memoria podrían retrasar la aparición de la demencia y disminuir sus efectos.
*Realiza actividad física y social. La actividad física y la interacción social pueden retrasar la aparición de la demencia y reducir sus síntomas. Muévete más y procura hacer 150 minutos de ejercicio por semana.
*Deja de fumar. Algunos estudios han demostrado que fumar en la edad madura o en la vejez puede aumentar el riesgo de padecer demencia y trastornos (vasculares) de los vasos sanguíneos. Dejar de fumar puede reducir los riesgos y mejorará la salud.
*Consume la cantidad suficiente de vitaminas. Algunas investigaciones sugieren que las personas con bajos niveles de vitamina D en la sangre son más propensas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Puedes obtener vitamina D a través de ciertos alimentos, ciertos suplementos y la exposición al sol.
Se necesitan más estudios antes de recomendar un aumento en la ingesta de vitamina D para prevenir la demencia, pero es conveniente que te asegures de obtener la cantidad adecuada de vitamina D. También puede ser útil tomar diariamente una vitamina del complejo B y vitamina C.
*Controla los factores de riesgo cardiovascular. Trata la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el índice de masa corporal (IMC) alto. La presión arterial alta podría llevar a un mayor riesgo de padecer algunos tipos de demencia. Se necesita más investigación para determinar si el tratamiento de la hipertensión arterial puede reducir el riesgo de demencia.
*Trata los trastornos de salud. Consulta al médico para recibir tratamiento si experimentas pérdida de audición, depresión o ansiedad.
*Sigue una dieta saludable. Mantener una dieta saludable es importante por muchas razones, pero una dieta como la mediterránea, rica en frutas, verduras, granos enteros y ácidos grasos omega-3, que se encuentran comúnmente en ciertos pescados y en las nueces, podría promover la salud y reducir el riesgo de desarrollar demencia. Este tipo de dieta también mejora la salud cardiovascular, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de demencia. Trata de comer pescado graso, como el salmón, tres veces por semana y un puñado diario de nueces, especialmente almendras y nueces.
*Procura una buena calidad de sueño. Practica una buena higiene del sueño y consulta al médico si tienes ronquido fuerte o períodos en los que dejas de respirar o jadeas durante el sueño.
Fuente: Jano