Escitalopram: lo que debe saber del aliado para el tratamiento de la depresión o ansiedad

Es un medicamento antidepresivo que pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Por: Laura Alejandra Álvarez


El Escitalopram se utiliza generalmente para tratar algunos trastornos del estado de ánimo, como la depresión mayor y la ansiedad generalizada, pues aumenta los niveles de serotonina, neurotransmisor cerebral que regula el estado de ánimo.

El principio activo es el escitalopram, que se presenta en forma de oxalato. Algunos de los componentes adicionales de este medicamento pueden incluir celulosa microcristalina, sílice coloidal anhidra, croscarmelosa de sodio, lactosa monohidrato y colorantes, dependiendo de la presentación y el fabricante específico del medicamento.

La dosis y la duración del tratamiento pueden variar según el individuo y la afección que se esté tratando.

Presentación del medicamento

La presentación de escitalopram es en tabletas y solución (líquido) para administrarse por vía oral. Para que no olvide tomar el escitalopram, tómelo más o menos a la misma hora todos los días, ya sea por la mañana o por la noche. 

Siga atentamente las instrucciones de la etiqueta de su medicamento recetado, y pídale a su médico o a su farmacéutico que le explique cualquier cosa que no entienda. Tome el escitalopram exactamente como se lo indicaron. No tome una cantidad mayor ni menor del medicamento ni lo tome con más frecuencia de lo que indica la receta de su médico.

Es probable que su médico disminuya su dosis gradualmente. Si deja de tomar súbitamente el escitalopram, puede tener síntomas de abstinencia como cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, emoción, náusea, mareos, entumecimiento u hormigueo en las manos o en los pies, ansiedad, confusión, dolor de cabeza, sudoración, temblores, estado de ánimo frenético o anormalmente emocionado, cansancio y dificultad para conciliar o mantener el sueño.

Precauciones que debe tener en cuenta

Informar a su médico o farmacéutico si es alérgico al escitalopram, al citalopram u otros medicamentos, o si tiene alguna alergia a los ingredientes de las tabletas o la solución.

Si está tomando pimozida o un inhibidor de la monoaminooxidasa (MAO) como isocarboxazida, linezolida, azul de metileno, fenelzina, selegilina o tranilcipromina, o si ha dejado de tomar un inhibidor de MAO en los últimos 14 días, es importante que informes a tu médico, ya que es posible que no debas tomar escitalopram. 

Si deja de tomar escitalopram, debe esperar al menos 14 días antes de comenzar a tomar un inhibidor de MAO. No debe tomar escitalopram al mismo tiempo que otro medicamento ISRS, como el citalopram.

Informe a su médico o farmacéutico sobre todos los medicamentos recetados, de venta libre y suplementos que estés tomando actualmente, ya que pueden interactuar con el escitalopram.

Es importante mencionar los anticoagulantes, anfetaminas, aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios, buspirona, carbamazepina, cimetidina, diuréticos, fentanilo, ketoconazol, litio, medicamentos para la ansiedad, enfermedades mentales o convulsiones, medicamentos para las migrañas, metoprolol, otros ISRS, inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), sedantes, pastillas para dormir, tramadol, tranquilizantes y antidepresivos tricíclicos.

Efectos adversos

El escitalopram puede provocar una variedad de efectos secundarios. Algunos de los efectos comunes incluyen náuseas, diarrea, estreñimiento, problemas sexuales en los hombres (como disminución del deseo sexual, incapacidad para lograr o mantener una erección, o retraso o ausencia de eyaculación) y problemas sexuales en las mujeres (como disminución del deseo sexual, retraso en el orgasmo o incapacidad para tenerlo). 

Otros incluyen somnolencia, bostezos, temblores, dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido, mayor sudoración, mareos, acidez estomacal, dolor de estómago, cansancio excesivo, boca seca, disminución del apetito, pérdida de peso, síntomas similares a los de la gripe, secreción nasal y estornudos.

Efectos secundarios graves 

Estos incluyen excitación anormal, alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen), erupción, urticaria o ampollas, picazón, fiebre, dolor en las articulaciones, dificultad para respirar o tragar, inflamación del rostro, garganta, lengua, labios u ojos , fiebre, sudoración, confusión, ritmo cardíaco rápido o irregular, espasmos o rigidez muscular intensa.

Además de depresión, alucinaciones, pérdida de coordinación, náuseas, vómitos o diarrea, sangrado o moretones inusuales, sangrado nasal, dolor de cabeza, pérdida del equilibrio, problemas con el pensamiento, la concentración o la memoria, convulsiones y micción difícil o dolorosa.

Si experimenta alguno de estos síntomas o cualquiera de los que se mencionan en las advertencias importantes o precauciones especiales, es importante que se comunique con su médico de inmediato. Su médico podrá evaluar su situación y brindarle el tratamiento adecuado.

Fuentes consultadas aquí. 



Lo Último
Escitalopram: lo que debe saber del aliado para el tratamiento de la depresión o ansiedad
Agosto 15, 2023

Estudio identifica prometedor tratamiento para la esofagitis eosinofílica
Agosto 15, 2023

Diabetes tipo 2 en aumento: ¿Cómo detectarla a tiempo en niños?
Agosto 15, 2023

Gastroenteróloga desmiente los cuatro mitos más comunes sobre Enfermedades Inflamatorias del Intestino
Agosto 15, 2023

Baños diluidos en cloro: La alternativa para calmar los síntomas de la dermatitis atópica
Agosto 15, 2023