La investigación ha puesto en evidencia nuevos avances en el estudio de la amígdala, una de las áreas cerebrales clave para procesar el miedo y las experiencias traumáticas.
Por: Laura Guio
Una investigación pionera liderada por el doctor Kerry Ressler, director científico del Hospital McLean y profesor de psiquiatría en la Universidad de Harvard compartió detalles sobre su investigación que conecta las ciencias moleculares con el tratamiento clínico del trastorno de estrés postraumático TEPT y otros trastornos relacionados con el miedo y el trauma.
La investigación se centra en cómo la amígdala procesa el trauma a nivel celular y genómico, utilizando tecnologías avanzadas para analizar estos procesos de forma más precisa.
El mayor estudio genético sobre el TEPT hasta la fecha
Un hito en la investigación del estrés postraumático, es el análisis de asociación de todo el genoma (GWAS) realizado por el equipo de Ressler, el cual es el más grande en su tipo.
El estudio, que involucró a más de un millón de participantes, identificó cerca de 100 loci genéticos significativos asociados con el trastorno. Esta investigación marca un paso fundamental hacia la comprensión de la base genética del TEPT y abre la puerta a nuevas posibilidades terapéuticas.
Los loci genéticos se refieren a las ubicaciones específicas en el ADN donde se encuentran ciertos genes o secuencias genéticas. Significa que los investigadores han encontrado 100 regiones en el ADN que están vinculadas de manera significativa con el trastorno de estrés postraumático.
Ressler recalca que "el campo de la psiquiatría necesita urgentemente 'victorias' tempranas" que demuestran que la comprensión neurobiológica y genética de los trastornos puede traducirse en tratamientos más eficaces y personalizados.
La investigación del doctor Ressler ha sido un faro de esperanza en un campo donde la falta de soluciones eficaces sigue siendo una realidad.
Tecnologías de vanguardia para estudiar el miedo y el trauma
En su laboratorio, el equipo del doctor Ressler emplea tecnologías de última generación, como imágenes de calcio celular y optogenética interseccional, para investigar los mecanismos cerebrales detrás de las respuestas al miedo y al trauma.
Estas herramientas permiten a los investigadores observar la actividad de las células cerebrales en tiempo real y manipularla de manera precisa, lo que abre nuevas avenidas para comprender cómo el cerebro responde al trauma y cómo estos procesos pueden alterarse en los trastornos psiquiátricos.
"Nuestro objetivo es comprender mejor cómo se organiza el cerebro para responder al miedo y, lo más importante, cómo podemos intervenir para modificar estas respuestas", explica Ressler.
Los avances en este campo también incluyen estudios post mortem sobre el TEPT y la depresión, los cuales fueron presentados recientemente en Science (2024), brindando nueva luz sobre los procesos cerebrales involucrados en estos trastornos.
El futuro del tratamiento del TEPT: de la ciencia básica a las aplicaciones clínicas
El doctor Ressler y su equipo está trabajando para traducir estos descubrimientos en tratamientos clínicos que puedan ser utilizados tanto en situaciones de emergencia, como en los servicios de urgencias, en los campos de batalla, o tras desastres naturales de gran escala.
Según Ressler, "en el futuro, podríamos estar en la posición de prevenir el desarrollo del TEPT en quienes se exponen a eventos traumáticos, lo que sería un avance transformador para la salud pública".
A medida que la comprensión neurobiológica del TEPT y los trastornos de ansiedad avanza, las posibilidades de desarrollar intervenciones basadas en evidencia científica se multiplican, ofreciendo esperanzas de tratamientos más efectivos para millones de personas afectadas por estas condiciones.
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