El implante permite "sentir" gracias a su diseño y mejora la calidad de vida de pacientes con amputaciones.
Por: Luisa Ochoa
Una innovadora prótesis que fusiona el brazo biónico con el cuerpo del usuario y lo conecta con el sistema nervioso, ha cambiado completamente la vida de una mujer que perdió su brazo en un accidente agrícola.
Karin, quien tuvo el accidente hace más de 20 años, sufría mucho dolor en la zona donde perdió su extremidad. "Tenía la sensación de tener constantemente la mano en una picadora de carne, lo que me generaba un alto nivel de estrés y me obligaba a tomar altas dosis de analgésicos".
Las prótesis convencionales suelen ser complejas para adaptarse debido a la fijación mecánica y el control de las extremidades. Este fue el caso de Karin durante muchos años, ya que las prótesis le resultaban incómodas y poco fiables.
Nuevo brazo biónico con enfoque quirúrgico
Sin embargo, todo cambió cuando se convirtió en la primera persona con una amputación por debajo del codo en recibir el nuevo tipo de mano biónica, instalada con "un enfoque quirúrgico y de ingeniería integrado", según el profesor Max Ortiz Catalan, jefe de investigación en prótesis neurales del Instituto de Biónica de Australia.
"Para mí, esta investigación ha significado mucho, ya que me ha dado una vida mejor", dijo Karin, quien añadió que ahora tiene "mejor control sobre mi prótesis, pero sobre todo, mi dolor ha disminuido. Hoy necesito mucha menos medicación".
Esta transformación es el resultado de una técnica única que básicamente fusiona el cuerpo del usuario con el brazo biónico mediante osteointegración, es decir, cuando un implante es aceptado por el hueso como parte de él, en lugar de como un objeto extraño.
El implante actúa como anclaje permanente de la prótesis, que puede fijarse y retirarse fácilmente.
La prótesis permite conexión con terminaciones nerviosas
Un equipo de ingenieros y cirujanos dirigido por Catalan desarrolló la interfaz hombre-máquina, que también permite la conexión eléctrica con el sistema nervioso del usuario mediante electrodos implantados en determinados nervios y músculos.
"Karin fue la primera persona con amputación por debajo del codo que recibió este nuevo concepto de mano biónica altamente integrada que puede utilizarse de forma independiente y fiable en la vida diaria", explicó Catalan.
"El hecho de que haya podido utilizar su prótesis con comodidad y eficacia en sus actividades cotidianas durante años es un testimonio prometedor de la capacidad potencial de esta novedosa tecnología para cambiar la vida de las personas que se enfrentan a la pérdida de una extremidad".
Catalán añadió que el "enfoque quirúrgico y de ingeniería integrado" también ayudó a reducir el nivel de dolor de Karin, ya que ahora utiliza muchos de los mismos recursos neuronales para controlar la prótesis que utilizaba con su brazo biológico.
Osteointegración y ventajas de la IA
"La integración biológica de los implantes de titanio en el tejido óseo crea oportunidades para seguir avanzando en la atención a los amputados", explicó el profesor Rickard Brånemark, investigador afiliado del MIT, profesor asociado de la Universidad de Gotemburgo.
"Combinando la osteointegración con la cirugía reconstructiva, los electrodos implantados y la IA, podemos restaurar la función humana de una forma sin precedentes". El nivel de amputación por debajo del codo presenta retos particulares, y el nivel de funcionalidad alcanzado, marca un hito importante para el campo de las reconstrucciones avanzadas de extremidades en su conjunto".
La mano biónica ha sido desarrollada por la empresa italiana de robótica Prensilia y se llama Mia Hand. Incorpora componentes motores y sensoriales únicos que permiten al usuario realizar alrededor del 80 % de las actividades de la vida diaria.
"Además de las prestaciones técnicas, Prensilia se esforzó por desarrollar una mano que pudiera personalizarse totalmente desde el punto de vista estético. Mia Hand nació para mostrarse y no esconderse. Queríamos que los usuarios se sintieran orgullosos de lo que son, en lugar de avergonzarse de lo que han perdido".
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