La edad, tendinitis u osteoartritis ¿Cómo identificar al culpable? Y cuáles medicamentos, inyecciones o hábitos te brindarán el mayor alivio.
Por: Sergio Nicolás Ortiz Cortés
Para muchos, la razón de este molesto dolor es la osteoartritis, que afecta a aproximadamente a 31 millones de personas tan solo en Estados Unidos. Pero hay otras causas comunes del dolor de rodilla que surgen porque las rodillas son las articulaciones más grandes y complejas.
Las articulaciones de la rodilla permiten que nos paremos derechos, subir y bajar escaleras, ponerse de pie y sentarse, pero también son las más complicadas, ya que no son estables.
Por otra parte, las articulaciones de la cadera y el tobillo son bastante estables por sí solas, sin embargo la rodilla solo tiene tres huesos que tratan de encajar, pues necesitan músculos y ligamentos para su estabilidad.
El dolor de rodilla no debe tomarse a la ligera. Un estudio japonés encontró un vínculo entre la aparición del dolor de rodilla en las personas mayores de 65 años y la depresión. El dolor de rodilla en hombres y mujeres mayores de 45 años se relacionó con tasas más altas de muerte.
Entonces, ¿Cómo se sabe si un dolor de rodilla es tan grave como para visitar a un ortopeda? Si una rodilla duele o está hinchada, o está afectando su vida diaria de alguna manera, necesita tratarla.
Su médico puede pedirle detalles de su malestar y realizar una prueba física en la que verifica la alineación, en la que verifica si las rodillas están arqueadas y hacer un escaneo para encontrar algún problema en los ligamentos y cartílagos internos. También le solicitará una radiografía y posiblemente una resonancia magnética de sus rodillas.
Para los que les preocupa que un diagnóstico de dolor de rodilla resulte inevitablemente en una cirugía de reemplazo, no tengan miedo, muchos problemas de rodilla responden bien a tratamientos no invasivos que le permiten evitar la cirugía por completo o al menos aplazarla.
Las causas
Si tiene más de 50 años y le duele la rodilla, probablemente se debe a uno de los siguientes problemas.
Osteoartritis: este trastorno, que a menudo ocurre gradualmente y empeora con la edad, implica el deterioro del cartílago de la rodilla y el hueso adyacente. Puede estar relacionado con una lesión que ocurrió cuando el paciente era más joven, pero a menudo se debe al envejecimiento.
Los síntomas de la osteoartritis varían y pueden aparecer y desaparecer, pero incluyen dolor, hinchazón, rigidez y dificultad de movimiento.
La biomecánica también puede ser un factor, pues a menudo vemos que los problemas de rodilla ocurren dentro de una familia, por ejemplo alguien en sus 50 años dice, “Mi papá tuvo reemplazos de rodilla, mi mamá tenía problemas de rodilla y yo tengo lo mismo” Puede que tengan rodillas arqueadas o rótulas sueltas. Esto es cuestión de anatomía.
Ruptura o deterioro de menisco
Los meniscos son dos trozos gomosos de cartílago dentro de la rodilla, sirven de amortiguadores entre el fémur y la tibia.
Las rupturas de meniscos parciales o totales que a menudo ocurren cuando la rodilla se tuerce, puede variar de rupturas pequeñas e inocuas que el paciente ni siquiera siente, a rupturas traumáticas, como al esquiar o jugar al tenis, que causan dolor repentino y severo.
Con frecuencia, las personas que padecen osteoartritis también tienen rupturas de meniscos. Todo es parte del mismo proceso. Hubo un tiempo en el que los pacientes se sometían rutinariamente a cirugías para reparar o remover el menisco roto. Actualmente, esa no se considera ser la mejor solución, pues los síntomas incluyen dolor particularmente cuando se endereza la rodilla, hinchazón, chasqueo o trabadura de la articulación de la rodilla que son causados por trozos sueltos del menisco, y dificultad para ponerse en cuclillas o levantarse de una silla.
En los pacientes mayores de 40 o 50, los tipos de rupturas de meniscos que vemos son usualmente degenerativos, no es algo que se desarrolla de la noche a la mañana, y el paciente los agravó de alguna manera.
Peso
La epidemia de la obesidad en Estados Unidos ha causado una presión proporcional en las rodillas. Alrededor del 40% de las personas en el país son obesas; es decir, su índice de masa corporal es de 30 o más, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Cuanto más pesa un paciente, más se esfuerzan las rodillas. Cada libra de más en el cuerpo significa que hay de cinco a siete libras adicionales sobre las rodillas.
Tendinitis o bursitis
Estos trastornos pueden ocurrir a cualquier edad, incluso en los pacientes mayores de 50.
La tendinitis es la inflamación de uno o más de los tendones que rodean la rodilla, los cuales se vuelven menos flexibles a medida que envejecemos. A menudo, este trastorno es causado por actividades deportivas, cuando el tendón se estira y se inflama.
Los síntomas incluyen dolor encima o debajo de la rótula, que usualmente se empeora con la actividad y se alivia al descansar. Bursitis es la inflamación de las bolsas, los sacos llenos de líquido que amortiguan la rodilla. Los síntomas pueden variar, pero con frecuencia el área afectada de la rodilla se hincha y se siente cálida y sensible al tacto.
Artritis reumatoide
Esta enfermedad autoinmune hace que el sistema inmunitario del paciente ataque el revestimiento sinovial, que proporciona líquido para lubricar la articulación y en última instancia perjudica el cartílago.
En todo caso sería inusual tener artritis reumatoide solo en las rodillas, usualmente aparece primero en las manos y pies. Los síntomas incluyen dolor, rigidez, hinchazón y enrojecimiento, especialmente después de dormir.
Este trastorno se puede tratar con esteroides y medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad.
Los tratamientos
Una vez el médico te haya hecho una prueba e identificado la causa, la mayoría de los tratamientos tendrán un enfoque múltiple.
Hay un proceso gradual que incluye medicamentos para el dolor, pérdida de peso, ejercicio físico y en algunos casos, el uso de una rodillera, compresas frías o cubierta de neopreno. Si nada de eso funciona, hay varias inyecciones para la rodilla que pueden brindar alivio y corregir la raíz del problema. Y si nada ayuda a aliviar el malestar diario, en este caso sí puede que se sugiera una cirugía de reemplazo de rodilla como último recurso.
Antiinflamatorios
Son eficaces para el dolor y la hinchazón desde osteoartritis hasta tendinitis, los antiinflamatorios incluyen medicamentos orales de venta libre para el dolor, como aspirina o ibuprofeno.
También es recomendable que los pacientes tomen suplementos naturales antiinflamatorios, como aceite de pescado y cúrcuma, y adopten una dieta antiinflamatoria, como la mediterránea.
Lo más importante es consumir muchas frutas y vegetales frescos, y evitar grasas saturadas y alimentos procesados, especialmente el azúcar refinado.
Inyecciones
Hay varias que se usan comúnmente como las inyecciones de corticosteroides, que han demostrado ser eficaces para alrededor del 40% de los pacientes con osteoartritis en la rodilla.
Estas inyecciones funcionan mejor para los pacientes que tienen dolor e hinchazón, porque calman la respuesta inflamatoria.
Un segundo tipo de inyección para la osteoartritis, llamada viscosuplementación, lubrica la rodilla con ácido hialurónico, una sustancia que se produce naturalmente en la rodilla y también se fabrica como un gel sintético para proveer una capa protectora en las superficies de las articulaciones.
Recibir una inyección como esa, le envía una respuesta a la rodilla para que se sienta mejor y que no se hinche tan frecuentemente.
Ejercicio
Si observamos todas las investigaciones sobre la osteoartritis de la rodilla, algo que se enfatiza es la importancia del ejercicio, los beneficios se extienden más allá de la pérdida de peso.
A menudo, las prácticas ortopédicas incluyen fisioterapeutas que ayudan a los pacientes a encontrar ejercicios que alivian su dolor de rodilla, sin importar la causa.
Lo recomendable es centrarse en ejercicios que fortalezcan los cuádriceps los cuales son la parte delantera de los muslos y los glúteos.
Por otra parte, la masa muscular magra puede absorber la tensión, la grasa no. Así que si tiene soporte muscular alrededor de la rodilla, esa tensión se absorberá en un lugar distinto a la articulación.
El ejercicio no tiene, pues según un estudio realizado entre los jugadores de golf, caminar por el campo en vez de moverse en un carrito no se vinculó con el aumento del dolor, degradación del cartílago o inflamación.
La conclusión es que, necesitamos nuestras articulaciones para movernos bien, y tenemos que movernos mucho para mantenerlas en buen estado.
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