Cada año, aproximadamente 1,7 millones de personas mueren por cáncer de pulmón, uno de los cánceres más letales.
Por: Laura Guio
La detección temprana es clave para aumentar las probabilidades de supervivencia. Expertos insisten en no ignorar las señales de alerta y en reducir el consumo de tabaco, principal factor de riesgo.
El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más devastadoras a nivel mundial, se clasifica en dos tipos principales: cáncer de pulmón de células pequeñas y cáncer de pulmón de células no pequeñas.
Aunque los casos suelen ser diagnosticados en etapas avanzadas, muchas personas no reconocen los primeros síntomas, lo que reduce las oportunidades de un tratamiento eficaz.
Cuatro señales de alerta que no deben ignorarse
Public Health, la organización británica de salud, enumera cuatro síntomas clave que podrían indicar la presencia de cáncer de pulmón. Estos son:
Tos persistente: Si la tos persiste por más de tres semanas, es crucial consultar a un médico.
Falta de aire: Quedarse sin aire mientras se realizan actividades cotidianas puede ser una señal de alerta.
Dolor en el pecho: Este síntoma puede indicar problemas en los pulmones y requiere atención médica.
Expectoración con sangre: La presencia de sangre al toser es un síntoma grave que no debe ser ignorado.
La importancia de un diagnóstico temprano
La detección temprana del cáncer de pulmón es fundamental. Los médicos insisten en que, cuando el diagnóstico se realiza en las primeras etapas, las probabilidades de supervivencia aumentan significativamente.
Según un informe de la BBC, en Inglaterra, el 80% de los pacientes diagnosticados a tiempo sobreviven cinco años o más. Sin embargo, si el diagnóstico se retrasa, las posibilidades de sobrevivir caen a tan solo el 7%.
Prevenir el cáncer de pulmón: el tabaco como principal culpable
Uno de los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón es el consumo de tabaco. De acuerdo con expertos, 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón son causados por fumar.
Para reducir este riesgo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sugiere que los países implementen políticas públicas basadas en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. Entre las medidas recomendadas se encuentran:
Ambientes libres de humo: Garantizar que los espacios públicos estén libres de humo de tabaco.
Advertencias sanitarias: Incluir grandes advertencias gráficas en los empaques de cigarrillos y otros productos de tabaco.
Prohibición de publicidad: Evitar la promoción, patrocinio y publicidad de productos de tabaco.
Incremento de impuestos: Aumentar el precio de los productos de tabaco para desincentivar su consumo.
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