Un estudio sugiere analizar la nutrición de estos pacientes para anticipar los efectos del tratamiento a largo plazo
Por: Luisa Ochoa
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores y profesionales de la salud de la Universidad Drexel, en EE.UU, es importante conocer las experiencias de los pacientes, sus cuidadores y los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer en relación con su alimentación, para poder prevenirlos.
Para ello se utilizaron encuestas y entrevistas donde los pacientes participaron. Las preguntas se enfocaron en el impacto del tratamiento y su influencia en la capacidad de cocinar, comer, beber y algunas preferencias o aversión de alimentos.
Asimismo, el investigador Jonathan Deutsch, ha comentado que comprender las experiencias de las personas con cáncer y sus cuidadores familiares con respecto a los efectos secundarios del tratamiento del cáncer puede generar múltiples beneficios, como que los profesionales de atención médica tengan mayor atención en ayudar a los pacientes y así anticipar y prepararse para los efectos secundarios del tratamiento.
Por su parte, la Licenciada Zuania Clemente Torres, dietista clínica, enfatiza en la necesidad del proceso de acompañamiento alimenticio para cada paciente, con el objetivo de que reconozca su proceso personalizado, guíe su alimentación e influya positivamente en su tratamiento.
"Con las implicaciones para la práctica de la alimentación y la nutrición, llegamos a la conclusión de que, más allá de las recomendaciones tradicionales de qué comer o evitar, es vital considerar la experiencia general del paciente y del cuidador", ha señalado el coautor del estudio, Brandy-Joe.
Los investigadores han indicado que, teniendo en cuenta su alto sentido de responsabilidad en el alivio de los efectos secundarios, los profesionales de la salud deberían involucrar a los cuidadores durante la atención al paciente.
"Una de las principales prioridades es desarrollar y probar intervenciones que mejoren la nutrición y la salud a largo plazo de los cuidadores y aumenten su capacidad para brindar atención de alta calidad. Pero se necesita investigación futura para desarrollar intervenciones nutricionales y culinarias, tanto para el paciente como para el cuidador, que aprovechen el papel influyente que tiene cada persona, al mismo tiempo que responde a sus necesidades únicas", han afirmado los investigadores.
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