Los macrófagos, células clave en el control inmune, cuando están expuestos a células madre cancerosas muestran envejecimiento celular anormal.
Por: Jose Ibraim Alape
En la estructura de los tumores, las células madre cancerosas emergen como figuras centrales. Estas células tienen la habilidad única de generar nuevos tumores, eludiendo la respuesta inmune del cuerpo. A pesar de los esfuerzos para identificar biomarcadores y desarrollar terapias específicas, los tratamientos existentes han demostrado ser limitados en ensayos clínicos.
"Una de las preguntas más importantes en el desarrollo del cáncer es cómo se desarrolla el tumor en personas con un sistema inmunológico sano" , explica Haruka Wada, líder del equipo de investigación y directora del Instituto de Medicina Genética de la Universidad de Hokkaido.
Células inmunitarias
El equipo de Wada estudió cómo las células madre cancerosas evitan la respuesta inmune, utilizando modelos de ratones. Descubrieron que estas células suprimen la proliferación de macrófagos, células clave del sistema inmunológico. Además, revelaron que los macrófagos expuestos a células madre cancerosas exhiben o envejecimiento celular.
"En modelos de ratones, las células madre cancerosas suprimieron la proliferación de macrófagos; Investigaciones adicionales demostraron que los macrófagos cultivados con células madre cancerosas exhiben senescencia o envejecimiento celular".
Un paso adelante con la interleucina 6 (IL-6)
La interleucina 6 (IL-6), producida por las células madre cancerosas, se identificó como el disparador principal de estos efectos. Este hallazgo es crucial, ya que señala a los macrófagos senescentes como posibles objetivos terapéuticos.
"El equipo identificó la interleucina 6 (IL-6) producida por las células madre cancerosas como la molécula responsable de desencadenar estos efectos".
De ratones a futuras terapias: Resultados prometedores
En estudios realizados en modelos de ratones, las células madre cancerosas suprimieron la proliferación de macrófagos, lo que llevó a un envejecimiento celular llamado senescencia. Además, se encontró que los macrófagos senescentes producen factores inmunosupresores que afectan la actividad antitumoral de las células T. El equipo de investigación identificó la interleucina 6 (IL-6) producida por las células madre cancerosas como la molécula responsable de desencadenar estos efectos.
Sin embargo, se descubrió que suplementar a los ratones con una molécula llamada mononucleótido de nicotinamida promovió la proliferación de macrófagos no senescentes y redujo los factores inmunosupresores de los macrófagos senescentes, lo que resultó en la prevención del crecimiento tumoral y un aumento en los tiempos de supervivencia en los ratones.
"Nuestros resultados indican que los fármacos dirigidos a los macrófagos senescentes podrían ser un tratamiento para el cáncer, un avance sin precedentes" , concluye Wada.
Desafíos y promesas en el futuro
El trabajo futuro se enfocará en dos direcciones cruciales: validar la aplicabilidad de este descubrimiento en diferentes tipos de cáncer y confirmar su eficacia en pacientes humanos. Este avance sin precedentes abre la puerta a nuevas posibilidades terapéuticas para combatir el cáncer desde una perspectiva inmunológica.
"La falta de eficacia de los medicamentos dirigidos a las células madre del cáncer indica que la respuesta inmune o la falta de ella es más importante de lo que se pensaba anteriormente" , destaca Wada.
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