Especialistas enfatizan en la labor de los médicos primarios para evitar diagnósticos en estadios avanzados.
Por: Pedro Felipe Cuellar
Los mecanismos de prevención frente al cáncer de cabeza y cuello, son bastante específicos, debido a que los factores más estudiados y más claros son, el abuso en el consumo esporádico o recurrente de sustancias nocivas como el cigarrillo y el alcohol; así mismo la prevención a la hora de tener encuentros sexuales, tanto a nivel genital como oral, debido a que muchas de las infecciones y enfermedades de trasmisión sexual pueden influir en el desarrollo de este; reiterando la higiene oral.
“El problema cuando hablamos de cáncer de cabeza y cuello, además de estos tumores, cuello, cara o garganta, el espacio es pequeño y alrededor de donde crecen hay estructuras que son sumamente importantes”, afirma el Dr. Yamil Castillo, cirujano especializado en cáncer de cabeza y cuello, “si no se va a poner en juego la vida del paciente, la cirugía es una alternativa a considerar, siempre y cuando el impacto de la cirugía no sea funcional”.
El cáncer de cabeza y cuello, usualmente está ubicado en la mucosa del tracto aerodigestivo superior, y se puede desarrollar debido a factores de riesgo específicos como el abuso de alcohol o cigarrillo, la mala higiene oral y los hábitos negativos con la salud bucal, el cáncer más común que se desarrolla es el de células escamosas.
Desde la evaluación inicial, identificando el punto donde inició el tumor o cáncer y hasta donde ha expandido, son elementos que se deben tener muy presente al momento de hacer un diagnóstico. Teniendo siempre presente que proceso debe ser acompañado, por especialistas como radiólogo, oncológico, hematólogo, cirujanos, médico primario, nutricionista, psicología.
Según afirma el Dr. Roberto Sabater, radiooncólogo especializado en cáncer de cabeza y cuello, “Llegamos al diagnóstico porque hubo un error en el sistema de hablar, tragar o respirar, dependiendo de qué función hay, nos dirige hacia qué tratamiento es ideal para el paciente, la discusión entre todos los médicos se logra la mejor opción individualizada para cada paciente”.
La parte más difícil es el examen físico inicial, debido al reflejo de gag que se da en el lugar de examinación o palpación, por lo tanto, “se usa un facilitador que es la laringoscopia flexible, que permite tener una visión mejor de las partes más profundas, nasofaringe, orofaringe, hipofaringe y laringe”, sostiene el Dr. Pablo Mojica, cirujano especializado en cabeza y cuello, hospital Auxilio Mutuo y Centro Comprensivo de Cáncer, y describe que el examen estándar se realiza con anestesia para poder tener libertad en la búsqueda de la información dentro del cuerpo del paciente.
Para lograr identificar el estadio, se parte del contraste de información entre el inicio de este tumor original, además de si hay presencia de nódulos inflamados o si ha tenido distribución fuera del área de cuello y cabeza, llegando a otros órganos (metástasis).
Frente al tratamiento inicial, cuando se ha identificado que existen otros riesgos, la extracción quirúrgica de los nódulos identificados es una de las opciones principales, y como afirman los especialistas, se ha demostrado que la mejor forma de tratamiento es que una vez ejecutada la cirugía, haya un tratamiento complementario con radiación que permita la remisión total del paciente.
Así mismo, y dependiendo de las características individualizadas, se presenta que potencialmente ese paciente debería ir a la radioterapia, y en algunos casos, combinado con quimioterapia, para garantizar cumplir con las necesidades del paciente, resultado de la discusión de tratamiento entre especialidades.
Retos actuales más importantes:
La planificación inicial del tratamiento cuando se realiza el diagnóstico, el plan de manejo, que se va a generar para evitar que haya una reincidencia del cáncer en el cuerpo del paciente.
Si se llega a salir de control este y no hay manera de tratarlo, el impacto que tiene sobre la calidad de vida del paciente.
El diagnóstico debe ser preciso y es importante la búsqueda completa frente a los síntomas
La asociación de síntomas a otro tipo de enfermedades menos graves, y que genera en el paciente a la hora de diagnóstico un estadio muy alto.
Que médicos primarios, tengan presentes los diferentes indicios o síntomas visibles con una visualización del tracto digestivo, palpación y hábitos saludables.
“Los tratamientos para cáncer de cabeza y cuello causan efectos secundarios, pueden afectar la habilidad de poder tragar, de tener función, durante estos tratamientos, el reto más grande es ayudar al paciente a tener buena higiene oral, buena nutrición, funcionalidad física, y obviamente parar de fumar”, concluyó el Dr. Sabater.
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