Los síntomas del cáncer de colon se manifiestan cuando la enfermedad está avanzada y, por eso, es importante participar en los programas de cribado.
Por: María Camila Sánchez
El cáncer colorrectal es el que se origina en el colon o el recto. A estos cánceres también se les puede llamar cáncer de colon o cáncer de recto (rectal) dependiendo del lugar donde se originen, según lo explica la Sociedad Americana de Cáncer.
El grupo de especialistas agrega que el cáncer de colon y el cáncer de recto a menudo se agrupan porque tienen muchas características comunes, y este se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Casi cualquier célula del cuerpo puede convertirse en cáncer y propagarse a otras partes del cuerpo.
El cáncer colorrectal es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer y la tercera en el hombre. Según la Coalición de Cáncer Colorrectal en Puerto Rico, cada día 5 personas son diagnosticadas con cáncer colorrectal en Puerto Rico.
Cabe destacar que la presencia de pólipos -pequeñas masas localizadas en el colon- en el colon aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
"El cáncer de colon es altamente prevenible y detectarlo en etapas tempranas permite una sobrevida a 5 años de más de 90%", enfatizó por su parte el Dr. Rafael Medina, pasado presidente de la Asociación Puertorriqueña de Gastroenterología.
Síntomas más frecuentes
-Sangre en las heces: es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer de colon, puede tratarse de sangre de tono rojizo, o de sangre negra, que se mezcla con las heces, dando lugar a deposiciones de color negro. A veces el sangrado es tan escaso que no se ve a primera vista, pero sí puede detectarse en un test de sangre oculta en heces, tras cierto tiempo de sangrado, suele aparecer una anemia que a su vez puede provocar otros síntomas como el cansancio.
-Cambio en el ritmo de las deposiciones: aparece diarrea o estreñimiento (y, con frecuencia, intercalados entre sí) en personas con ritmo intestinal previo normal.
-Heces más estrechas: generalmente debido a que el tumor está estrechando el intestino y no permite su paso normal.
-Tenesmo o sensación de evacuación incompleta: suele aparecer en tumores localizados en el recto o el tramo final del colon.
-Dolor abdominal: es frecuente, aunque por lo general se trata de un dolor inespecífico. Cuando el tumor cierra parcialmente el tubo intestinal se produce un cuadro de dolor parecido al de un cólico.
-Pérdida de peso o anemia sin causa aparente.
Si se detecta precozmente, se puede curar en el 90% de los casos. Para ello, es importante someterse a los cribados y saber identificar las señales de alerta.
Cómo prevenirlo
El pronóstico para los pacientes de esta enfermedad es cada vez mejor, pero la manera de reducir su prevalencia es cumplir con las recomendaciones de vida saludable para su prevención. Por suerte, estos hábitos no distan de los que se aconsejan para prevenir la gran mayoría de enfermedades no transmisibles: llevar a cabo una dieta saludable —baja en grasa, evitando la carne roja y el alcohol, rica en verduras y frutas, con calcio y vitamina D—, evitar el sobrepeso y el tabaquismo y, por supuesto, realizar ejercicio físico.
Fuente consultada aquí