La Lcda. Miner abordó miedos comunes sobre la insulina, resaltó estrategias nutricionales adaptadas a cada paciente y ofreció recomendaciones para mantener el equilibrio durante las festividades.
Por: Stephania Cortés
En el marco de la 49ª Convención Anual del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico, la Lcda. Dennice Miner, nutricionista y dietista durante su charla titulada "Construyendo mejores relaciones terapéuticas usando el lenguaje correcto en la educación en diabetes", destacó la importancia de utilizar un lenguaje adecuado y comprensible al educar a los pacientes sobre esta condición.
La Lcda. Miner enfatizó que más del 52% de las personas que viven con diabetes nunca han recibido una educación formal sobre su condición. Este dato subraya la necesidad urgente de proporcionar información clara y precisa, adaptada a las necesidades y el nivel de comprensión de cada paciente. El uso de un lenguaje sencillo y correcto es crucial para que los pacientes entiendan qué sucede en su cuerpo y cómo manejar su condición de manera efectiva.
Preguntas frecuentes y miedos comunesEntre las preguntas más frecuentes que reciben los profesionales de la salud se encuentra el temor a las inyecciones de insulina. La Lcda. Miner explicó que muchos pacientes se resisten a iniciar el tratamiento con insulina debido a la falta de conocimiento sobre la función de esta hormona en el cuerpo. Destacó que, gracias a los avances tecnológicos, existen múltiples opciones de medicamentos orales que ayudan a controlar la diabetes sin necesidad de inyecciones, aunque la educación y la nutrición siguen siendo pilares fundamentales en el manejo de la enfermedad.
Estrategias de educación nutricional
Al hablar sobre las estrategias más importantes en la educación sobre diabetes, Miner subrayó la importancia de conocer los intereses y la etapa de aprendizaje del paciente. Es vital identificar si el paciente está en una fase de contemplación, preparación o acción, para adaptar la educación de manera efectiva. Además, resaltó la importancia de la educación nutricional para entender cómo los alimentos afectan los niveles de azúcar en sangre y cómo adoptar hábitos alimentarios saludables puede reducir la dependencia de medicamentos.
Miner también abordó los desafíos que enfrentan los pacientes durante las festividades, especialmente en Puerto Rico, donde los alimentos ricos en carbohidratos son comunes. Recomendó a los pacientes seguir consejos específicos para mantener un equilibrio en su dieta y evitar picos peligrosos en los niveles de azúcar. Sugirió beber agua en lugar de jugos azucarados y llenar la mitad del plato con vegetales y proteínas, dejando solo una pequeña porción para carbohidratos como el arroz.
Finalmente, Miner ofreció consejos prácticos para las familias, como priorizar el consumo de agua y evitar los jugos azucarados. También recomendó balancear las comidas con una mayor proporción de vegetales y proteínas, y reducir el consumo de carbohidratos. Estos cambios, aunque simples, pueden tener un impacto significativo en la gestión de la diabetes y en la prevención de complicaciones a largo plazo.
La entrevista concluyó con un agradecimiento a la Lcda. Miner por su contribución y su compromiso con la educación en diabetes. Su enfoque en el uso del lenguaje correcto y la educación nutricional es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y construir relaciones terapéuticas efectivas.