Trastorno neurológico inusual al que comúnmente se le conoce como ceguera facial.
¿Te cuesta recordar las caras de las personas a las que vas conociendo? Lo más probable es que simplemente la memoria visual no es tu fuerte.
Ahora bien, si el problema alcanza tal dimensión como para dificultar las situaciones sociales, como contó el actor Brad Pitt en una entrevista el año pasado, puede que padezcas una condición llamada prosopagnosia. Su incidencia, afirma la Universidad de Harvard, va en aumento.
Prosopagnosia
La prosopagnosia es un tipo de agnosia, es decir, una alteración de la percepción que impide reconocer la información sensorial que recibimos.
Cabe resaltar que no es una agnosia visual, donde se pierde la capacidad de reconocer las cosas pese a que no hay problemas en la visión; esta enfermedad sólo se centra en el no reconocimiento de los rostros de conocidos, desconocidos o famosos, sin que esto implique que no se conozca a la persona, sino que no la reconocemos por su cara.
Tipos
Existen tres tipos de prosopagnosia en función de la zona cerebral en que se produce y que pueden aparecer de forma individual o mostrar más de un tipo:
Reconocimiento de caras de familiares.
Reconocimiento de las caras de famosos.
Reconocimiento de gestos faciales.
Hay pacientes que tienen una prosopagnosia para reconocer a sus familiares o a algunos famosos o que no reconocen las caras como caras o que no reconocen los gestos aunque sí que reconocen las caras que están viendo.
Además, el proceso en el que se observa el déficit para el reconocimiento facial hace que se clasifique la prosopagnosia en:
Prosopagnosia aperceptiva: no se perciben las caras.
Prosopagnosia asociativa: el déficit se asocia con la recuperación de la información relacionada con el rostro.
Causas
Esta enfermedad cerebral puede tener una causa congénita donde las dificultades pueden observarse desde la infancia o incluso pasar desapercibidas, si la persona es capaz de desarrollar estrategias para compensar este déficit y su vida cotidiana transcurre sin problemas. La prosopagnosia congénita o evolutiva no suele presentar ninguna lesión en el cerebro.
También puede producirse por un daño cerebral adquirido. El origen más habitual de este daño cerebral es, haber sufrido un ictus de forma bilateral o que afecte al hemisferio derecho del cerebro.
Otras de las causas son los tumores cerebrales, que afectan las zonas occipitales del cerebro, así como secundaria a la aparición de la enfermedad de Alzheimer, o de un traumatismo.
Cuando la prosopagnosia es secundaria a un daño cerebral no suele presentarse sola, sino que se asocia a otros problemas de memoria y de atención.
Por otro lado, un estudio publicado en The American Journal of Medical Genetics apunta a que muchos de los casos obedecen a un trastorno hereditario cognitivo que suele ser más frecuente en algunas familias que un daño cerebral adquirido.
Más común de lo que se creía
Anteriormente se consideraba que esta 'ceguera facial' afectaba a entre un 2 y un 2,5% de las personas en todo el mundo, pero un nuevo estudio de la Universidad Norteamericana publicado en el medio especializado Cortex ha encontrado que podría padecerla hasta una de cada 33 personas, lo que supondría un 3,08% de la población.
Es importante tener en cuenta el alcance que el problema puede llegar a tener. Por ejemplo resultar seriamente perjudicial en el ámbito laboral, en el que llega a imposibilitar relacionarse con clientes o compañeros de trabajo de la manera convencional. También puede afectar a individuos en el espectro de los trastornos autistas, o a personas con enfermedades neurodegenerativas.
Sea como sea, los autores de este trabajo destacan que sus resultados evidencian la necesidad de actualizar los criterios y la consideración clínica de una enfermedad que podría estar afectando a muchas más personas de las que reciben atención médica por ella.
Fuente de consulta aquí