Migraña: "Es un círculo vicioso; el dolor crónico genera estrés, y el estrés puede generar episodios"

Los episodios de migraña pueden durar entre 4 y 72 horas, y suelen ser lo suficientemente graves como para interrumpir la vida cotidiana de los pacientes.

Por: María Camila Sánchez


La migraña es una afección neurológica compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo, incluyendo Puerto Rico. Sin embargo, existe una diferencia crucial entre un dolor de cabeza común y una migraña, especialmente cuando se trata de migraña crónica, una condición que puede ser debilitante y afectar gravemente la calidad de vida de los pacientes. 

Para entender mejor estas diferencias, la Dra. Cristina Cabret, neuróloga especializada en cefaleas y migraña, explicó los aspectos más importantes que todo paciente debe conocer.

Dolor de cabeza común vs. Migraña: ¿cómo diferenciarlos?

Según la doctora Cabret, el dolor de cabeza común, también conocido como cefalea tensional, es un malestar que la mayoría de las personas experimentan en algún momento de su vida. Este dolor es leve a moderado, suele ser bilateral (afecta ambos lados de la cabeza) y desaparece con descanso o analgésicos de venta libre. 

"El dolor de cabeza común puede deberse a factores como el estrés, la deshidratación o la tensión muscular, y generalmente no impide que una persona realice sus actividades diarias", explicó la doctora.

Por otro lado, la migraña es un trastorno neurológico mucho más complejo. "La migraña no es solo un dolor de cabeza intenso, sino una condición que involucra varios síntomas como dolor pulsátil, que generalmente afecta un solo lado de la cabeza, además de náuseas, vómitos, y una sensibilidad extrema a la luz y al ruido", aclaró. 

Estos episodios pueden durar entre 4 y 72 horas, y suelen ser lo suficientemente graves como para interrumpir la vida cotidiana de los pacientes.

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Diferencia entre migraña episódica y crónica

Dentro del espectro de la migraña, existe una distinción importante entre la migraña episódica y la migraña crónica. La doctora Cabret explicó que la migraña episódica se caracteriza por presentarse en menos de 15 días al mes, mientras que la migraña crónica ocurre 15 o más días al mes durante al menos tres meses consecutivos. 

"Es fundamental hacer esta distinción, porque la migraña crónica no solo es más frecuente, sino que también suele ser más intensa y difícil de tratar", puntualizó.

Además, la migraña crónica tiende a ser más incapacitante, afectando la productividad laboral, las relaciones personales y la salud mental. De hecho, las personas que sufren de migraña crónica son más propensas a desarrollar ansiedad y depresión

"Es un círculo vicioso: el dolor crónico genera estrés, y el estrés, a su vez, puede desencadenar más episodios de migraña", afirmó la neuróloga.

Factores que contribuyen a la migraña crónica

Uno de los puntos más importantes que destacó la doctora Cabret es la transición de una migraña episódica a una crónica. Entre los factores que pueden aumentar este riesgo, mencionó el uso excesivo de medicamentos para el dolor, como los analgésicos de venta libre. 

"Muchas personas intentan aliviar el dolor tomando medicamentos de manera continua, pero esto puede empeorar la situación, ya que el abuso de estos fármacos puede provocar un fenómeno llamado 'cefalea por rebote', en donde el dolor regresa con más fuerza", explicó.

Otros factores incluyen el estrés mal gestionado, la falta de sueño, la mala alimentación y la deshidratación. La doctora también resaltó la importancia de los factores hormonales, especialmente en mujeres. "Los cambios hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual, pueden desencadenar migrañas, lo que explica por qué las mujeres son más propensas a sufrir de migrañas que los hombres", señaló Cabret.

Opciones de tratamiento y prevención

Afortunadamente, hay tratamientos disponibles para manejar tanto la migraña episódica como la crónica. La doctora Cabret subrayó que el tratamiento de la migraña debe ser integral e individualizado, ya que cada paciente tiene desencadenantes y necesidades diferentes. 

"En algunos casos, los pacientes responden bien a los medicamentos preventivos, mientras que otros requieren terapias más avanzadas, como inyecciones de toxina botulínica o tratamientos con anticuerpos monoclonales", detalló.

Sin embargo, no todo el tratamiento es farmacológico. Cambios en el estilo de vida también juegan un papel clave en la prevención de las migrañas. 

"El ejercicio regular, una dieta equilibrada, evitar el consumo excesivo de cafeína y el manejo adecuado del estrés son medidas que pueden reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas", afirmó Cabret.

La neuróloga también recomendó llevar un diario de migrañas, donde los pacientes puedan registrar los factores que preceden a un episodio, como alimentos consumidos, patrones de sueño y niveles de estrés, para identificar posibles desencadenantes.

Futuro de la investigación en migrañas

Aunque la migraña sigue siendo una condición que no tiene cura, la especialista mostró optimismo sobre el futuro de la investigación en esta área. 

"En los últimos años, hemos visto avances significativos en el tratamiento de la migraña, especialmente con la introducción de nuevas terapias preventivas y agudas. La ciencia continúa avanzando, y creo que en un futuro cercano podremos ofrecer soluciones aún más eficaces para los pacientes", concluyó.





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