La actuación de los sueños pueden ser un signo temprano de la enfermedad de Párkinson u otras enfermedades neurológicas asociadas.
Por: Isbelia Farías
Según estudios previos, las personas con pesadillas frecuentes (al menos una vez por semana) tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
Muchas personas con Parkinson también tienen pesadillas u otros problemas para dormir, como dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormidos o llegar a exaltarse durante los sueños (gritar, patear, golpear o incluso caerse de la cama).
Actuar sueños marca un trastorno que ocurre durante la fase de sueño de movimiento ocular rápido (REM, por sus siglas en inglés). Llamado RBD (REM Behavior Disorder) por trastorno de conducta del sueño REM, afecta a un estimado de 0.5 a 1.25 por ciento de la población general y es más común en adultos mayores, particularmente hombres. Además de ser peligroso para los soñadores y sus parejas, RBD puede ser un predictor de enfermedades neurodegenerativas, principalmente sinucleinopatías, condiciones en las que la proteína a-sinucleína (o alfa-sinucleína) forma acumulaciones tóxicas en el cerebro.
Sonambulismo y hablar dormido
No todos los comportamientos nocturnos son parte del trastorno de la conducta del sueño. El sonambulismo y el hablar dormido, que ocurren con mayor frecuencia durante la niñez y la adolescencia, tienen lugar durante el sueño no REM. Esta diferencia es claramente distinguible en un laboratorio del sueño, donde los médicos pueden monitorear las etapas del sueño para ver cuándo se mueve una persona. El RBD tampoco siempre se asocia con una sinucleinopatía: también puede ser desencadenado por ciertos medicamentos, como los antidepresivos, o ser causado por otras afecciones subyacentes, como la narcolepsia o un tumor del tronco encefálico.
Cuando los trastornos de conducta del sueño ocurren en ausencia de estas explicaciones alternativas, la probabilidad de enfermedad futura es alta. Algunos estudios epidemiológicos sugieren que la actuación de los sueños predice una probabilidad de más del 80 por ciento de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa durante la vida del paciente. También puede ser el primer signo de una enfermedad neurodegenerativa, que en promedio aparece dentro de los 10 a 15 años posteriores al inicio del trastorno del sueño.
Una de las dolencias más comunes relacionadas con RBD es la enfermedad de Parkinson, caracterizada principalmente por una pérdida progresiva del control motor. Otra es la demencia con cuerpos de Lewy, en la que pequeños grupos de a-sinucleína llamados cuerpos de Lewy se acumulan en el cerebro, interrumpiendo el movimiento y la cognición. Un tercer tipo de sinucleinopatía, la atrofia multisistémica, interfiere tanto con el movimiento como con funciones involuntarias como la digestión.
Las descripciones de la representación de los sueños por parte de las personas con Parkinson son tan antiguas como el reconocimiento de la enfermedad misma. En la descripción original de James Parkinson, " An Essay on the Shaking Palsy ", publicada en 1817, escribió: "Los movimientos trémulos de las extremidades ocurren durante el sueño y aumentan hasta que despiertan al paciente, y con frecuencia con mucha agitación y alarma".
Si bien antes no se tenía confianza en este tipo de explicación, en los últimos años ha aumentado la concienciación sobre los trastornos de la conducta del sueño y la comprensión de cómo se relaciona con las sinucleinopatías.
Estudiar este vínculo está dando a los investigadores ideas para una intervención temprana. Estos avances contribuyen a una apreciación cada vez mayor de la denominada fase prodrómica del Parkinson y otros trastornos neurodegenerativos, cuando aparecen signos preliminares, pero aún no se ha realizado un diagnóstico definitivo. Entre las primeras pistas para el Parkinson, "RBD es especial", dice Daniela Berg, neuróloga del Hospital Universitario Schleswig-Holstein en Alemania. “Es el marcador prodrómico clínico más fuerte que tenemos”.
Algunos científicos sospechan que el RBD es el resultado de una agregación de sinucleína y la neurodegeneración asociada en áreas del tronco encefálico que nos inmovilizan durante el sueño REM. En su forma normal y benigna, la proteína está involucrada en el funcionamiento de las neuronas, pero cuando se “pliega incorrectamente” en una configuración atípica, puede formar grupos tóxicos.
Las autopsias han demostrado que más del 90 por ciento de las personas con cuadros de actuación de los sueños mueren con signos de acumulación de sinucleína en el cerebro. No existen métodos establecidos para sondear grupos de sinucleína en el cerebro de pacientes vivos, pero los científicos han buscado la toxina en otras partes del cuerpo.
Como una manifestación temprana de la enfermedad de Parkinson y enfermedades relacionadas, este hecho puede ayudar a los científicos a rastrear las formas en que la sinucleína tóxica se propaga por todo el cuerpo y el cerebro.
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