Un nuevo estudio revela que Streptococcus gordonii y Fusobacterium nucleatum crean mal olor oral al activar la producción del gas metilmercaptano o metanotiol.
Por: Diego Guzmán Aragón
Científicos de la Universidad de Osaka, Japón, han revelado un fascinante hallazgo que podría cambiar la forma en que entendemos y tratamos el mal aliento. Según el estudio recientemente publicado en la revista Systems, la interacción entre dos tipos comunes de bacterias en nuestra boca podría ser la clave para la producción de los olores desagradables que tanto nos incomodan.
El mal aliento es causado por compuestos volátiles generados cuando las bacterias en la boca digieren sustancias como sangre y partículas de alimentos. Entre estos compuestos, el metilmercaptano (CH3SH) destaca como uno de los más malolientes. Sin embargo, las especies bacterianas específicas responsables de su producción han sido un misterio hasta ahora.
"Los resultados fueron muy interesantes", comenta Masae Kuboniwa. "Descubrimos que el Fusobacterium nucleatum produce grandes cantidades de CH3SH en respuesta al Streptococcus gordonii, otra bacteria oral".
Descubrimientos sobre el mal aliento
El estudio reveló que el S. gordonii libera una sustancia llamada ornitina, que estimula al F. nucleatum a producir más poliamina. Dado que F. nucleatum necesita metionina para generar poliamina, esta producción mejorada activa su vía de recuperación de metionina, resultando en una mayor producción de CH3SH.
"En conjunto, estos hallazgos sugieren que la producción de CH3SH en la boca está impulsada por la interacción entre S. gordonii y F. nucleatum", explica Hara.
El estudio también reveló que la interacción metabólica entre S. gordonii y F. nucleatum, mediada por la liberación de ornitina, aumenta la producción de poliaminas, lo que a su vez impulsa la generación de CH3SH. Además, se observó que otras bacterias, como A. naeslundii, suprimían la producción de CH3SH, destacando la complejidad de las interacciones en las comunidades bacterianas orales.
El camino venidero
Comprender cómo estas dos especies de bacterias trabajan juntas para causar mal aliento podría ser la clave para desarrollar formas más efectivas de tratar o incluso prevenir el mal aliento. Además, teniendo en cuenta que el mal aliento a menudo está asociado con la enfermedad periodontal, abordar este síntoma a tiempo podría ser crucial para prevenir daños más graves en el futuro.
Este emocionante descubrimiento no sólo arroja luz sobre la complejidad de las interacciones bacterianas en la boca, sino que también podría allanar el camino para soluciones innovadoras en la lucha contra el mal aliento.