Según un estudio, las mujeres con apnea del sueño tienen más probabilidades de desarrollar demencia que los hombres, y este riesgo aumenta con la edad.
Por: Laura Guio
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno crónico caracterizado por episodios repetidos de interrupción de la respiración durante el sueño.
Según el estudio de la Universidad de Michigan han analizado datos de más de 18,500 adultos y hallaron que tanto la apnea diagnosticada como sus síntomas son factores de riesgo importantes para el deterioro cognitivo, especialmente en mujeres. Los datos fueron recogidos a través de encuestas y pruebas cognitivas, sus síntomas se asocian con un aumento en la probabilidad de desarrollar demencia en los años siguientes.
Estos son algunos síntomas de la apnea obstructiva del sueño:
Somnolencia diurna excesiva.
Ronquidos fuertes.
Observación de pausas en la respiración durante el sueño.
Despertarse durante la noche, jadear o asfixiarse.
Despertar a la mañana con la boca seca o dolor de garganta.
Dolores de cabeza por la mañana.
Problemas de concentración durante el día.
Cambios en el estado de ánimo, como depresión o molestarse con facilidad.
Presión arterial alta.
Menos interés en las relaciones sexuales.
Resultados:
Los investigadores encontraron que, aunque la diferencia en diagnósticos de demencia entre aquellos con y sin apnea nunca superó el 5%, la relación se mantuvo estadísticamente significativa incluso tras considerar otros factores como la raza y el nivel educativo.
"Nuestros hallazgos ofrecen una nueva perspectiva sobre el papel de un trastorno del sueño tratable en la salud cognitiva a largo plazo, tanto en mujeres como en hombres", afirma Tiffany J. Braley, primera autora del estudio y neuróloga en la Universidad de Michigan.
Diferencias de género en el diagnóstico de demencia
El estudio también reveló que las mujeres con AOS diagnosticada o sospechada tienen una mayor probabilidad de ser diagnosticadas con demencia en comparación con el género masculino. Braley señala que "la tasa de diagnóstico de demencia disminuyó entre los hombres y aumentó en las mujeres a medida que envejecían", sugiriendo que las diferencias biológicas y sociales podrían influir en esta tendencia.
De acuerdo con esto, la apnea del sueño aumenta significativamente tras la menopausia, pero sigue estando infradiagnosticada. El estrógeno empieza a disminuir a medida que las mujeres pasan a la menopausia, lo que puede afectar a su cerebro. Durante ese tiempo, las mujeres son más propensas a sufrir cambios en la memoria, el sueño y el estado de ánimo que pueden conducir a un posible deterioro cognitivo.
El papel del sueño en la salud cognitiva
A pesar de que la apnea del sueño no fue oficialmente incluida como un factor de riesgo modificable en el último informe de la revista 'The Lancet', se reconoce que podría estar relacionada con la demencia. La comisión de la revista identificó que otros factores de riesgo, como enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental, también pueden verse agravados por una apnea del sueño no tratada.
Braley enfatiza la importancia de un diagnóstico y tratamiento temprano: "Los daños potenciales causados por la apnea del sueño, que pueden amenazar el rendimiento cognitivo, subrayan la necesidad de abordar este trastorno. La AOS y la fragmentación del sueño pueden contribuir a cambios inflamatorios en el cerebro que afectan la función cognitiva".
Necesidad de más investigaciones
Aunque el estudio no puede demostrar de manera concluyente que la apnea del sueño cause demencia, los investigadores señalan la urgencia de realizar más estudios epidemiológicos para comprender mejor esta relación. Ronald D. Chervin, coautor del estudio y director de la División de Medicina del Sueño, comenta: "Los análisis retrospectivos como el nuestro son de gran valor en la investigación actual. Mientras esperamos ensayos más prolongados y controlados, es crucial que tanto médicos como pacientes consideren el impacto de la apnea del sueño no tratada en la salud cognitiva".
Para concluir, con más de 18,500 adultos examinados, el estudio proporciona nueva evidencia sobre cómo la apnea del sueño puede ser un factor crítico a considerar en el manejo de la salud cognitiva, especialmente en mujeres mayores de 50 años.
La investigación continúa, y los hallazgos subrayan la necesidad de una atención más rigurosa a los trastornos del sueño en la población adulta, a fin de mitigar sus posibles efectos devastadores en la salud mental y cognitiva.