El ojo cuenta con privilegios inmunológicos que evitan las reacciones inmunitarias tempranas, lo que lo convierte en un candidato ideal para este tipo de tratamientos.
Por: Jose Ibraim Alape
La diabetes tipo 1 y tipo 2 son condiciones de salud que afectan alrededor de 537 millones de personas en todo el mundo, y hasta la fecha, no se ha encontrado una cura definitiva para ambas aunque sí existen diversos tratamientos. Sin embargo, un prometedor avance científico podría cambiar la forma en que se manejan estas enfermedades.
Investigadores del Real Instituto de Tecnología KTH y el Instituto Karolinska en Suecia han desarrollado un pequeño dispositivo ocular que tiene el potencial de tratar ambas formas de diabetes y otras afecciones crónicas desde los ojos. ¿Cómo funciona?
El implante ocular y la diabetes: un avance innovador
El dispositivo en cuestión se imprime en 3D y se implanta en el espacio entre el iris y la córnea, conocido como cámara anterior. La Dra. Anna Herland, profesora sénior en la División de Bionanotecnología de SciLifeLab en el Real Instituto de Tecnología KTH, explicó que el ojo es la "única ventana hacia el cuerpo" lo que permite un monitoreo no invasivo del trasplante y su desempeño en el tratamiento de la diabetes.
Las microestructuras biohíbridas del dispositivo permiten la fijación mecánica en la cámara anterior del ojo, independientemente de la dinámica normal del iris. Ante esto, la Dra. Herland explicó que el progreso de la terapia liberada en el ojo se puede monitorear tanto mediante los niveles de azúcar en sangre como a través de observaciones de la córnea.
Administración de terapia celular a través del ojo con implante ocular
El propósito de este pequeño implante ocular es administrar microorganismos para el tratamiento de enfermedades crónicas, como la diabetes. En particular, los investigadores utilizaron células de islotes pancreáticos, también conocidos como islotes de Langerhans, que son células del páncreas y que pueden ayudar a restaurar la producción de insulina en pacientes con diabetes.
En este caso, durante las pruebas con ratones, se observó que el dispositivo se mantuvo en su lugar durante meses y permitió la detección y producción de glucosa.
¿Cómo funciona el implante ocular?
El dispositivo se imprime en 3D, tiene forma de cuña y mide aproximadamente 240 micrómetros de largo. Está diseñado para colocarse en el espacio entre el iris y la córnea, llamado cámara anterior (ACE) y los científicos informaron que este nuevo dispositivo permite administrar microorganismos específicos directamente a través del ojo sin necesidad de suturas. "El ojo es, como decimos, la 'única ventana hacia el cuerpo' donde podemos monitorear el trasplante de manera no invasiva", explicó la Dra. Anna Herland.
La hibridación de células biológicas con sensores artificiales como ocurre con este dispositivo, permite la detección de una amplia gama de respuestas fisiológicas débiles con alta especificidad y que gracias a su transparencia óptica permite análisis longitudinales no invasivos superiores de células y microtejidos.
Dicho lo anterior, su objetivo fue suministrar terapia celular para restaurar la producción de insulina y regular los niveles de azúcar en sangre. Durante las pruebas en ratones, el dispositivo mantuvo su posición en el ojo y las células de islotes pancreáticos se integraron en los vasos sanguíneos del ojo, permitiendo el monitoreo de los niveles de glucosa.
Una esperanza para el tratamiento de otras enfermedades crónicas
Este innovador microdispositivo tiene el potencial de ser utilizado en el tratamiento de otras enfermedades crónicas a través del ojo como la hipertensión arterial. Según la Dra. Anna Herland, este es un primer paso hacia la creación de dispositivos médicos avanzados que pueden monitorear la función de los injertos celulares sin necesitar de intervenciones invasivas.
De acuerdo con lo anterior, la Dra. Herland también destacó que se están explorando formas de utilizar estos dispositivos para liberar diferentes medicamentos localmente en el ojo, evitando así, posibles efectos secundarios en otros órganos como el hígado o los riñones.
Perspectivas a futuro: tratar y monitorear a la diabetes de forma no invasiva
Después del trasplante, los islotes en las microestructuras se mantuvieron con éxito y funcionalidad durante más de 20 semanas y se vascularizaron a pesar de la separación física con la fuente del vaso sanguíneo (iris) y la inmersión en el líquido viscoso (humor acuoso) manteniendo la circulación y limpieza.
Los hallazgos de este estudio son prometedores y podrían cambiar la forma en que se maneja la diabetes tipo 1 y tipo 2 en el mundo, pues la capacidad de controlar y producir la cantidad adecuada de insulina directamente desde el ojo ofrece una esperanza más cómoda para los pacientes con esta condición crónica.
Por último, la retinopatía diabética, una de las principales causas de pérdida de visión en el mundo, podría verse reducida gracias a este enfoque particular. Aunque lo cierto es que se necesitan más investigaciones y pruebas para determinar el curso de acción desde la práctica médica.