Puerto Rico enfrenta un desafío de salud pública con el aumento de casos de leptospirosis e intoxicación alimentaria, esto debido a los cortes de suministros de energía y de agua potable son los principales agentes
Por: Carolina Cortés
En los últimos meses, Puerto Rico ha sido testigo de un incremento alarmante en los casos de leptospirosis, una enfermedad que se transmite a través del contacto con agua contaminada y que, en su fase más avanzada, puede resultar fatal.
El Dr. Miguel Colón, infectólogo, ha enfatizado la importancia de diagnosticar y tratar la leptospirosis en su fase temprana. "Aquí, en Puerto Rico, el diagnóstico de leptospirosis es clínico", menciona el Dr. Colón. "Debido a que las pruebas de laboratorio pueden tardar semanas, cualquier paciente que presente síntomas como: fiebre, escalofríos, dolores musculares y gastrointestinales, especialmente si ha estado expuesto a aguas contaminadas, debe ser tratado como un caso de leptospirosis hasta que se pruebe lo contrario."
Fase Séptica vs. Fase Inmunológica
La leptospirosis se divide en dos fases: la fase séptica, donde la bacteria se encuentra activamente en el cuerpo del paciente, y la fase inmunológica, en la que el cuerpo comienza a sufrir daño multiorgánico, incluyendo fallo hepático, renal y respiratorio. De acuerdo con el Dr. Colón, la clave para salvar vidas está en actuar rápidamente durante la fase séptica. "El uso de antibióticos como la doxiciclina o el ceftriaxone en esta fase es crucial. Si permitimos que la enfermedad progrese a la fase inmunológica, las probabilidades de supervivencia del paciente disminuyen drásticamente."
En Puerto Rico, las inundaciones han incrementado la exposición a aguas contaminadas, lo que ha derivado en un aumento de los casos sospechosos de leptospirosis. "Con las inundaciones en pueblos estamos viendo un repunte en los casos. Es fundamental que los médicos y la población estén alertas a los síntomas iniciales para evitar que la enfermedad avance", advierte el Dr. Colón.
Desafíos Adicionales: Intoxicaciones Alimentarias
Además de la leptospirosis, otra problemática que aqueja a la isla son las intoxicaciones alimentarias. Con la pérdida de energía eléctrica, muchos establecimientos han tenido dificultades para mantener la cadena de frío en los alimentos, lo que ha resultado en un aumento de casos de salmonelosis y otras infecciones gastrointestinales. "La salmonella es especialmente peligrosa en pacientes jóvenes y ancianos", explica el Dr. Colón. "Es crucial que aquellos que presenten síntomas de intoxicación alimentaria eviten el uso de antidiarreicos como el imodium, ya que esto puede agravar la situación y llevar a una septicemia fulminante."
Prevención y Educación
El manejo adecuado de estas enfermedades depende no solo del tratamiento médico, sino también de la educación y la prevención. El Dr. Colón subraya la importancia de hervir el agua antes de consumirla, especialmente en áreas afectadas por las inundaciones, y de tomar medidas preventivas al manipular alimentos. "Es vital que la población entienda los riesgos y tome las precauciones necesarias para evitar estas enfermedades."
Puerto Rico se enfrenta a un reto considerable en materia de salud pública. Con el aumento de casos de leptospirosis y otros problemas relacionados con la falta de agua potable y las intoxicaciones alimentarias, es esencial que tanto las autoridades sanitarias como la población en general actúen de manera proactiva para prevenir una crisis mayor. Como señala el Dr. Colón, "el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son las mejores herramientas que tenemos para salvar vidas."