El diagnóstico de fascitis plantar se confirma mediante la reproducción del dolor con la presión ejercida por el pulgar sobre el calcáneo durante un examen médico simple.
Por: Pedro Felipe Cuellar
Los síndromes de dolor en la fascia plantar se denominan fascitis plantar; sin embargo, dado que no suele haber inflamación, es más correcta la denominación de fasciosis plantar, que puede deberse a un estiramiento agudo o crónico, desgarro y degeneración de la fascia en su zona de inserción.
La fascitis significa inflamación del tejido que está debajo de la piel y recubre los músculos, los nervios, la grasa y los vasos sanguíneos, la fascia plantar es el tejido grueso en la planta del pie y es el tejido que conecta el calcáneo a los dedos y crea el arco del pie. Cuando este tejido se inflama o se hincha, se denomina fascitis plantar.
Varios factores como el estilo de vida y trastornos en esta, aumentan el riesgo al producir un acortamiento de los músculos de la pantorrilla, que lleven a la inflamación de la fascia, y el doloroso desarrollo de fascitis.
Incidencia de esta patología
Según la Asociación Médica de Podólogos Americanos (APMA), un aproximado de 40 % de la población de Estados Unidos padece esta patología.
Asimismo, algunos estudios afirman que alrededor del 10 % de la población en general puede llegar a padecerla en algún momento de su vida, teniendo en cuenta que se trata de un problema bastante habitual en personas con obesidad o sobrepeso
Factores por los cuales una persona puede ser propensa a desarrollar esta condición:
Tiene problemas con el arco del pie (pie plano o arco pronunciado).
Correr largas distancias, cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
Obesidad o aumenta de peso, IMC, de manera repentina.
Tensión en el tendón de Aquiles.
Uso de zapatos con soporte de arco deficiente o con suelas blandas.
Cambiar el nivel de actividad física de forma abrupta.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar esta inflamación, incluyen: el estilo de vida sedentario, trabajos que obligan a estar sentado, asimismo el arco del pie muy alto o bajo, y el uso crónico de zapatos de tacón alto.
¿Existen tratamientos para esta condición?
Este tipo de enfermedad, la pueden desarrollar también con mucha frecuencia, las personas que hacen actividades deportivas, como corredores y bailarines, también las personas que por temas laborales deben estar paradas o caminar sobre superficies duras durante períodos prolongados.
Tomar paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno (Advil, Motrin) para reducir el dolor y la inflamación.
Ejercicios de estiramiento del talón y del pie.
Usar férulas nocturnas mientras duerme con el fin de estirar el pie.
Descansar lo más que pueda durante al menos una semana.
Usar calzado con buen soporte y amortiguación.
El tratamiento consiste en ejercicios de estiramiento de los músculos de la pantorrilla y de los tejidos blandos de la planta del pie, férulas nocturnas y ortesis, y zapatos con elevación apropiada del talón.
Ignorar la fascitis plantar puede provocar dolor crónico en el talón que dificulta las actividades cotidianas. Es probable que cambies la forma de caminar para evitar el dolor de la fascitis plantar, lo que puede generar problemas en el pie, la rodilla, la cadera o la espalda.
Fuente consultada aquí.