La estadística equivale a 1 por cada 62 nacimientos.
1 de cada 62 niños en Puerto Rico nacen con autismo debido a problemas genéticos de sus padres reveló a la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP) el neurólogo pediátrico, Orlando Torres Fernández.
Según el doctor Torres Fernández, durante la concepción de un bebé ocurre un desorden genético que da paso al desarrollo del autismo como también esta enfermedad puede tener un componente hereditario.
“Se han identificado más de 500 genes asociados al autismo”, reveló.
No obstante, la enfermedad puede darse entre familias con varias condiciones genéticas.
Y es que el Trastorno del Espectro del Autismo en Puerto Rico continúa siendo un reto clínico por el desafío que presenta realizar un diagnóstico a tiempo en la vida de los niños ya que los síntomas se pueden confundir con otras enfermedades relacionadas al aprendizaje y a la actividad cerebral entre el primer y tercer año de edad del paciente
En Puerto Rico, según el especialista y datos tomados por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 1 de cada 62 niños nace con autismo, donde en Puerto Rico existen cerca de sobre 15 mil niños con la condición, que prevalece cuatro veces más en varones, indicó el neurólogo pediátrico.
Además del autismo, entre las condiciones neurológicas que más afectan a la población de niños puertorriqueños están la epilepsia, migrañas, Déficit de Atención con Hiperactividad (THDA, por sus siglas en inglés) y problemas de aprendizaje.“La prevalencia ha ido aumentando porque los criterios diagnósticos han cambiado a través de los años. El reto clínico sigue siendo el diagnóstico temprano, como por ejemplo, en los 2 años de edad del paciente. En Estados Unidos se están diagnosticando como a los 3 o 4 años de edad y eso es muy tarde. En Puerto Rico no es la diferencia”, sostuvo.
“Tenemos que seguir educando a los médicos para que se identifiquen a estos pacientes y nos los refieran a una edad más temprana. Esta es una de las enfermedades más críticas. Hoy en día el consenso de la comunidad científica es que estos pacientes tienen uno o varios genes anormales que alteran el desarrollo, estructura y las conexiones de las neuronas”, recalcó. Entre los síntomas claves de lo que podría ser una sospecha clínica de la enfermedad, el Doctor enfatizó en que el médico primario identifique problemas de atraso en el lenguaje en el niño y que tenga dificultad para comunicarse.“Hay algunos niños que aunque no hablan, se pueden comunicar con señas y eso no es sinónimo de autismo. El niño autista tiene problemas para comunicarse, para señalar juguetes, etc.”, ejemplificó.