Doctora Bárbara Rosado Carrión ha logrado que cientos de pacientes con necesidad de trasplante de hígado sobrevivan las comorbilidades asociadas al trasplante del órgano.
El que un paciente inmunodeprimido sobreviva la recurrencia de la infección de hepatitis C luego de una intervención de trasplante de hígado, ha sido parte de los destacados logros de la doctora ponceña Bárbara Rosado Carrión, quien en el 2005 llegó a Puerto Rico como la primera especialista certificada en gastroenterología con una subespecialidad en trasplante de hígado.
En entrevista exclusiva con la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP), Rosado Carrión, quien es la expresidenta del Instituto de Educación Médica Continua del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, relató la necesidad de regresar a su patria en el 2005 luego de entrenarse el estado de Minnesota, ya que la isla contaba con una incidencia mayor de hepatitis C y estaba desprovista de un centro de trasplante de hígado como el que existe hoy día en el Hospital Auxilio Mutuo, dirigido por el doctor Juan del Río desde el 2012.
“Uno de los retos de esta subespecialidad es el manejo de los pacientes con hepatitis C con distintas comorbilidades, lo que hacen de su cuadro clínico uno complejo por estar inmunodeprimidos, otros tienen otras necesidades después del trasplante”, expresó a este medio la Doctora.
“Una de nuestras responsabilidades es establecer los criterios por los cuales un paciente necesitará trasplante. Muchos pudiesen tener las indicaciones, pero hay una serie de requisitos a evaluarse, por ejemplo contraindicaciones como la sepsis. Hay que concienciar a la población sobre la necesidad de donantes de órganos y que la lista de pacientes con necesidad de trasplante es larga. Nuestro mayor reto es mantener a ese paciente vivo en lo que recibe el trasplante”, formuló.
Luego de que el paciente recibe un trasplante de hígado, se desarrolla una estrategia de cernimiento individualizado ya que existe la probabilidad de que la infección recurra, sostuvo.
La gastroenteróloga realiza sus intervenciones clínicas junto al Doctor Rafael Pastrana, quien también es especialista en gastroenterología con subespecialidad en trasplante hepático.“Lo bueno es que hoy día contamos con medicamentos que hacen de esta condición una 100% curable. Si la enfermedad recurre, con el tratamiento se evita que no se dañen otros órganos del paciente como pasaba antes. También se evita que desarrolle condiciones autoinmunes como lo es el hígado graso”, sostuvo.
“Un paciente trasplantado puede tener cirrosis al cabo de 5 años versus ese paciente no trasplantado con hepatitis C donde el órgano tarda en enfermarse de 20 a 30 años”, apuntó la doctora, a quien se le caracteriza por su vocación de servicio atendiendo a más de 100 pacientes trasplantados anualmente.
Con la clínica también establecida en La Ciudad Señorial, Rosado Carrión sostiene que “mi mayor logro ha sido poder darle vida a todos estos pacientes con necesidad de trasplante y también el poder tener tratamientos para los pacientes con hepatitis C. La enfermedad es curable” .
Centro de investigación ayuda a pacientes con desventaja económica
Finalmente, estableció el Gastro Hepatology & Geriatric Center, centro de investigación que le ofrece la oportunidad a pacientes de ser parte de estudios clínicos en drogas para la hepatitis C de segunda generación.
“Esto ayuda a pacientes desprovistos de cobertura médica o que las aseguradoras no cubren los costos de los medicamentos. Se han beneficiado de una cura gratuita”, finiquitó la Doctora satisfecha.