Por: Paula Alejandra RojasAgencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Una reciente investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha demostrado que los pacientes con asma presentan alteraciones en el índice de saturación de ácidos grasos. Esta investigación que ha demostrado por primera vez la relación entre metabolismo lípido y la enfermedad respiratoria, buscó identificar los niveles de ácidos grasos en plasma de pacientes asmáticos obesos y no, así como de no asmáticos, obesos y no. Los resultados demuestran que en los pacientes asmáticos no obesos la relación entre los niveles de ácidos grasos saturados e insaturados se encuentra disminuida. Asimismo, los investigadores afirman que este estudio demuestra por primera vez que las alteraciones en el grado de saturación de los ácidos grasos circulantes en plasma se asocian al desarrollo de asma y a la gravedad de la enfermedad. Así, estos resultados sugieren que las enzimas implicadas en el metabolismo lípido podrían constituir nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento del asma o nuevos biomarcadores asociados a gravedad. Para llevar a cabo esta investigación, los científicos estudiaron la actividad de la estearoil-coenzima A desaturasa, enzima implicada en la biosíntesis de ácidos grasos monoinsaturados en pacientes con y sin obesidad, asmáticos y no, a los que se había fenotipado clínicamente de manera exhaustiva. Así, hallaron una disminución de esta enzima en pacientes asmáticos no obesos. Además, se realizaron estudios inmunológicos y bioquímicos pormenorizados en distintas muestras biológicas tomadas de los pacientes así como determinaciones de los niveles de ácidos grasos de cadena media-larga saturados e insaturados en muestras de suero utilizando cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas. Los investigadores de la UCM recuerdan que los pacientes con asma grave no responden de manera adecuada a la medicación convencional (corticoides inhalados o bronquiodilatadores) o requieren dosis muy elevadas de los mismos para mantener controlado su asma y que son los que presentan mayor riesgo de sufrir ataques con consecuencias potencialmente letales. Según los investigadores, las alternativas terapéuticas para los pacientes caracterizados por una respuesta inmune distinta a la de tipo 2, son mínimas. Por ello, nuevas estrategias terapéuticas en asma grave son esenciales para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, reducir el número de eventos fatales asociados al asma y reducir el gasto sanitario asociado.