En algunas personas con enfermedad de Crohn, solo está afectado el último segmento del intestino delgado (íleon). En otras, la enfermedad se limita al colon (parte del intestino grueso).
Descripción general
La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria. Provoca inflamación del tubo digestivo, que puede producir dolor abdominal, diarrea intensa, fatiga, adelgazamiento y desnutrición. La inflamación que provoca la enfermedad de Crohn puede afectar distintas regiones del tubo digestivo en diferentes personas.
Dicha inflamación suele propagarse hacia lo profundo de las capas del tejido intestinal afectado. La enfermedad de Crohn puede ser dolorosa y debilitante y, algunas veces, provocar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida.
A pesar de que no se conoce ninguna cura para la enfermedad de Crohn, algunas terapias pueden reducir, en gran medida, los signos y síntomas e, incluso, provocar una remisión de largo plazo. Con tratamiento, algunas personas que sufren la enfermedad de Crohn pueden desempeñarse correctamente.
Síntomas
En algunas personas con enfermedad de Crohn, solo está afectado el último segmento del intestino delgado (íleon). En otras, la enfermedad se limita al colon (parte del intestino grueso). Las zonas que se ven afectadas por la enfermedad de Crohn con mayor frecuencia son la última porción del intestino delgado y el colon.
Los signos y síntomas de la enfermedad de Crohn pueden oscilar entre leves y graves. Se suelen manifestar gradualmente, pero a veces se presentan de forma súbita, sin señales previas. También es posible que tengas períodos sin signos ni síntomas (remisión).
Cuando la enfermedad está activa, algunos signos y síntomas pueden ser:
- Diarrea
- Fiebre
- Fatiga
- Dolor y cólicos abdominales
- Sangre en las heces
- Llagas en la boca
- Poco apetito y adelgazamiento
- Dolor o drenaje cerca o alrededor del ano debido a la inflamación de un túnel hacia la piel (fístula)
Otros signos y síntomas
Las personas con enfermedad de Crohn grave también pueden presentar:
- Inflamación de la piel, los ojos y las articulaciones
- Inflamación del hígado o las vías biliares
- Retraso en el crecimiento o en el desarrollo sexual, en los niños
Cuándo consultar al médico
Consulta con el médico si presentas cambios persistentes en tus hábitos intestinales o si tienes signos y síntomas de la enfermedad de Crohn, por ejemplo:
- Dolor abdominal
- Sangre en las heces
- Episodios de diarrea constantes que no responden al tratamiento con medicamentos de venta libre
- Fiebre sin causa aparente que dura más de uno o dos días
- Adelgazamiento sin causa aparente
Causas
Aún se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Crohn. En el pasado, se sospechaba que estaba relacionada con la dieta y el estrés; ahora, los médicos saben que estos factores pueden agravar la enfermedad, pero no la provocan. Es probable que varios factores, como los factores hereditarios y el hecho de que el sistema inmunitario no funcione adecuadamente, intervengan en su aparición.
- Sistema inmunitario. Es posible que un virus o una bacteria desencadenen la enfermedad de Crohn. Cuando el sistema inmunitario trata de combatir microorganismos invasores, una respuesta inmunitaria anormal provoca que también ataque las células del tubo digestivo.
- Factor hereditario. La enfermedad de Crohn es más frecuente en las personas que tienen familiares con esta enfermedad; por lo tanto, es posible que los genes influyan en la probabilidad de padecerla. Sin embargo, la mayoría de las personas con enfermedad de Crohn no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la enfermedad de Crohn pueden ser:
- Edad. La enfermedad de Crohn puede aparecer a cualquier edad, pero es más probable que se presente en la juventud. La mayoría de las personas que contraen la enfermedad de Crohn reciben el diagnóstico aproximadamente antes de cumplir 30 años.
- Origen étnico. Aunque la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier grupo étnico, las personas de raza blanca y con ascendencia judía de Europa oriental (askenazí) corren el mayor riesgo de padecerla. No obstante, la incidencia de la enfermedad de Crohn es cada vez mayor entre personas de raza negra que viven en América del Norte y el Reino Unido.
- Antecedentes familiares. Corres un mayor riesgo si tienes un pariente cercano, como un padre, hermanos o hijos, con esta enfermedad. Una de cada cinco personas con enfermedad de Crohn tiene un familiar que también padece esta enfermedad.
- Tabaquismo. El tabaquismo es el factor de riesgo prevenible más importante de la enfermedad de Crohn. Fumar también puede provocar una enfermedad más grave y un riesgo mayor de tener que someterse a cirugía. Si fumas, es importante que dejes de hacerlo.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Pueden ser ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros), naproxeno sódico (Aleve) y diclofenaco sódico (Voltaren), entre otros. Si bien no causan la enfermedad de Crohn, pueden provocar una inflamación en el intestino que empeora dicha enfermedad.
- El lugar donde vives. Si vives en una zona urbana o en un país industrializado, es más probable que contraigas la enfermedad de Crohn. Esto sugiere que los factores ambientales, como una dieta con alto contenido de grasas o alimentos refinados, pueden desempeñar un papel importante en la enfermedad de Crohn.
Complicaciones
La enfermedad de Crohn puede dar lugar a una o más de las siguientes complicaciones:
- Obstrucción intestinal. La enfermedad de Crohn afecta el espesor de la pared intestinal. Con el tiempo, algunas partes del intestino se pueden cicatrizar y estrechar, lo que puede obstruir el paso del contenido digestivo. Es posible que necesites una cirugía para extirpar la parte afectada del intestino.
- Úlceras. La inflamación crónica puede provocar llagas abiertas (úlceras) en cualquier parte del tubo digestivo, incluso en la boca, el ano y la zona genital (perineo).
- Fístulas. A veces, las úlceras se pueden extender por toda la pared intestinal y generar una fístula, es decir, una conexión anormal entre diferentes partes del cuerpo. Pueden aparecer fístulas entre el intestino y la piel o entre el intestino y otro órgano. Las fístulas más frecuentes se presentan cerca o alrededor de la zona anal (perianal).Cuando las fístulas se forman en el abdomen, es posible que los alimentos no pasen por partes del intestino necesarias para su absorción. Pueden aparecer fístulas entre las asas intestinales, en el interior de la vejiga o la vagina, o en la piel, lo que puede provocar un drenaje continuo del contenido intestinal a la piel.En algunos casos, las fístulas se pueden infectar y formar abscesos, que pueden poner en riesgo la vida si no se tratan.
- Fisura anal. Se trata de un desgarro pequeño en el tejido que recubre el ano o en la piel que lo rodea, en donde pueden ocurrir infecciones. Suele estar relacionado con movimientos intestinales dolorosos y puede dar lugar a una fístula perianal.
- Desnutrición. La diarrea, el dolor abdominal y los cólicos pueden dificultar la alimentación o la capacidad del intestino de absorber suficientes nutrientes para mantenerte nutrido. También es frecuente presentar anemia debido a la deficiencia de hierro o vitamina B-12 que provoca la enfermedad.
- Cáncer de colon. Cuando la enfermedad de Crohn afecta el colon, aumenta el riesgo de presentar cáncer de colon. Las pautas generales de análisis para la detección del cáncer de colon en personas sin enfermedad de Crohn recomiendan una colonoscopia cada 10 años a partir de los 50 años. Pregúntale al médico si tienes que realizarte este análisis antes o con mayor frecuencia.
- Otros problemas de salud. La enfermedad de Crohn puede provocar problemas en otras partes del cuerpo. Algunos de estos problemas son la anemia, trastornos de la piel, osteoporosis, artritis y enfermedades hepáticas o de la vesícula.
- Riesgos de los medicamentos. Algunos medicamentos para tratar la enfermedad de Crohn que bloquean las funciones del sistema inmunitario están relacionados con un pequeño riesgo de presentar ciertos tipos de cáncer, como linfoma y cáncer de piel. También aumentan el riesgo de infección.Los corticoesteroides se pueden asociar con el riesgo de tener osteoporosis, fracturas óseas, cataratas, glaucoma, diabetes y presión arterial alta, entre otras afecciones. Trabaja con el médico para determinar los riesgos y beneficios de los medicamentos.