Los esteroides anabólicos, empleados frecuentemente por usuarios de gimnasio para el fomento de la masa muscular, pueden provocar una patología del hígado denominada colestasis, pero hasta ahora se desconocía el mecanismo subyacente.
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Los esteroides anabólicos, empleados frecuentemente por usuarios de gimnasio para el fomento de la masa muscular, pueden provocar una patología del hígado denominada colestasis, pero hasta ahora se desconocía el mecanismo subyacente.
En esta línea, una investigación del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) del grupo de José Vicente Castell en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, ha demostrado por qué el epistane, ya retirado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, causa daños hepáticos y abre una nueva vía para el estudio de las lesiones en este órgano causadas por otros tipos de medicamentos.
Los autores, en este estudio publicado en Archives of Toxicology, demuestran que el epistane aumenta la síntesis de ácidos biliares conjugados, mediante la inducción de los niveles de un enzima clave para dicha síntesis, el CYP8B1, lo que contribuye al aumento de ácidos biliares en el hígado, informó la Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología.
Colestasis
Al complicarse su correcta eliminación por la bilis se provoca la colestasis, una enfermedad caracterizada por la disminución o la ausencia del flujo normal de la bilis desde el hígado hasta el duodeno. Asimismo, los autores también han demostrado que el epistane puede interferir en las vías reguladoras mediadas por algunos receptores nucleares del hígado.