Yeztugo es la primera y única opción inyectable de administración semestral disponible en EE. UU. para prevenir el VIH, lo que podría transformar el acceso y la adherencia al tratamiento, especialmente en poblaciones vulnerables.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Según cifras de ONUSIDA (UNAIDS), en 2023 se estimó que 39,9 millones de personas vivían con VIH en el mundo, mientras que 1,3 millones contrajeron la infección durante ese mismo año. Además, 630.000 personas fallecieron por enfermedades relacionadas con el sida. La pandemia del VIH/sida continúa representando un desafío de salud pública a escala global, con un impacto especialmente marcado en África subsahariana.
Ahora bien, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó este miércoles el primer tratamiento preventivo del VIH de aplicación semestral disponible en el país. El anuncio fue realizado por la farmacéutica Gilead Sciences, desarrolladora del medicamento.
¿Qué es Yeztugo?El fármaco, denominado Yeztugo (lenacapavir), como lo señala el medio SINC, está indicado para reducir el riesgo de infección por VIH a través del contacto sexual en adultos y adolescentes con un peso mínimo de 35 kilogramos.
Este inhibidor inyectable representa la primera y única opción semestral autorizada en Estados Unidos para quienes necesitan o prefieren recibir el tratamiento de manera periódica y prolongada.
Resultados prometedores y respaldo del laboratorio
Daniel O'Day, presidente y director ejecutivo de Gilead Sciences, describió la aprobación como un "momento clave en la lucha de décadas contra el VIH", según expresó en un comunicado oficial. De acuerdo con los resultados de los ensayos clínicos, el 99,9 % de las personas que recibieron el tratamiento permanecieron seronegativas.
"Yeztugo nos ayudará a prevenir el VIH a una escala nunca antes vista. Ahora tenemos una manera de acabar con la epidemia del VIH de una vez por todas", añade.
Un avance frente al estigma y los desafíos de la adherencia
Por su parte, el médico Carlos del Río, codirector del Centro Emory para la Investigación del SIDA en Atlanta (Georgia), señaló que la inyección semestral podría contribuir de forma significativa a superar barreras persistentes como la adherencia al tratamiento y el estigma, factores que suelen afectar a quienes siguen esquemas de dosificación más frecuentes, en particular la toma diaria de medicación oral.