Las terapias biológicas e inhibidores JAK han transformado el abordaje de esta enfermedad inflamatoria crónica que afecta hasta el 30% de los niños y puede impactar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Por: Laura Guio
La dermatitis atópica representa un desafío médico considerable por su alta prevalencia y impacto en la calidad de vida. Según explica el doctor Rafael Martín, dermatólogo especialista en el tema en una entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, se trata de "una enfermedad crónica inflamatoria más común que existe".
Las cifras son reveladoras: "Se piensa que de 10 a 30% de los niños, la prevalencia en niños es de 10 a 30% y en adultos de 2 a 10%. O sea que hay una población significativamente importante que está afectada por esta condición", señala el especialista.
La enfermedad no viene sola, sino que frecuentemente se asocia con otras condiciones alérgicas. "Esta condición está asociada a otras condiciones alérgicas o atópicas como alergias nasales, asma y problemas de alergias de comida y esofagitis eosinofílica", explica el doctor Martín.
Características clínicas y población afectada
La dermatitis atópica presenta características distintivas que varían según la edad del paciente. "La dermatitis atópica se caracteriza por tener lesiones eritematosas, rojas, con escamas, en diferentes áreas de la piel, que van a ir variando típicamente dependiendo de la edad del paciente y un picor asociado", describe el especialista.
Aunque es más común en la infancia temprana, la enfermedad puede manifestarse en cualquier etapa de la vida. "Donde más común se encuentra es en infantes de 0 a 2 años, pero esta condición puede ocurrir más tardíamente en adolescentes, en adultos y hasta envejecientes después de los 60 años", aclara el doctor Martín.
El antes y después: De la limitación terapéutica a la revolución
El panorama terapéutico para la dermatitis atópica ha experimentado una transformación radical en la última década. Anteriormente, los pacientes con formas moderadas a severas enfrentaban opciones limitadas y poco satisfactorias.
"Hasta hace poco, relativamente, estos pacientes era muy difícil manejarlos. Teníamos que recurrir a inmunosupresores convencionales, que son medicinas que tienen muchos posibles efectos secundarios y no eran tan efectivos para la condición", recuerda el especialista.
La situación cambió gracias a los avances en la comprensión de los mecanismos inmunológicos. "En la última década se ha desarrollado unos tratamientos sumamente efectivos e importantes en la terapia de esta condición en pacientes que están moderados a severo, herramientas que no teníamos hace 7 u 8 años", destaca el doctor Martín.
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Nuevas terapias: Biológicos e inhibidores JAK
Los tratamientos actuales se basan en el conocimiento específico de las vías inmunológicas alteradas. "Hoy en día estas terapias han revolucionado el manejo de esta condición gracias a la investigación científica y que han determinado unos pathways inmunológicos que están afectados en esta condición", explica el especialista.
Entre las opciones disponibles se encuentran dos categorías principales:
Inhibidores de Interleucina 4 y 13: "La primera que se desarrolló y la aprobaron por FDA, son los inhibidores de Interleucina 4 y 13, que tenemos varios medicamentos ya que atacan esos pasos inmunológicos", señala el doctor Martín. Estos son medicamentos subcutáneos.
Inhibidores JAK: "Eventualmente se aprobaron los inhibidores del JAK, que hay varios también en el mercado que son medicamentos orales", añade.
Eficacia y rapidez de resultados
Los resultados de estas nuevas terapias son notablemente rápidos. "Usualmente ya a las cuatro ocho semanas, podemos ver disminución de la erupción, la piel y el picor", indica el especialista.
Los medicamentos más recientes muestran una eficacia aún mayor: "Los últimos medicamentos que se han aprobado, la eficacia todavía es más significativa tanto en aclaramiento como en el picor y lo temprano que ya a las cuatro semanas tú puedes ver un número significativo de pacientes ya con una mejoría bastante marcada en el picor".
Reparación de la barrera cutánea
Más allá del control sintomático, estos tratamientos abordan aspectos fundamentales de la fisiopatología. "Estos medicamentos se han probado que a través de su mecanismo una de las cosas que hacen es reparar la barrera epidermal", explica el doctor Martín.
La importancia de esta función es crucial: "La epidermis o la piel es el órgano que primero está expuesto al ambiente y la constitución de la piel protege de cosas que vienen del ambiente, bacterias, traumas, etc., para que no entren adentro del cuerpo".
Seguridad y experiencia clínica
Un aspecto tranquilizador de estas terapias es su perfil de seguridad. "Con estos medicamentos ha revolucionado el manejo de estos pacientes que eran de una condición tan debilitante y la calidad de vida les ha mejorado un montón. En la mayoría de estos pacientes, los medicamentos sumamente seguros, eficaces", asegura el especialista.
La experiencia acumulada respalda esta afirmación: "La mayoría de ellos tienen varios años, tres o más años de experiencia, lo que llaman postmarketing. Una vez ya salen al mercado, y los efectos secundarios son muy rara vez vistos, son medicamentos muy seguros y altamente efectivos".
Personalización del tratamiento
La selección del tratamiento apropiado requiere una evaluación individualizada. "La decisión de qué medicamento escoger, depende de las características del paciente, de si le gusta usar, si puede recibir pinchazos de los medicamentos, prefiero un medicamento oral", explica el doctor Martín.
También se consideran factores como la severidad: "Si es bien bien severa, quizá algunos medicamentos orales actúan más rápido, sin embargo, los medicamentos que son inyectables requieren un poco menos de laboratorio o casi ninguno, que son una ventaja".
La importancia de la adherencia a largo plazo
Un aspecto crucial que enfatiza el especialista es la naturaleza crónica de la condición y la necesidad de tratamiento continuo. "Esta condición no se cura. Esta condición, si se deja el medicamento, va a volver. Estos medicamentos usualmente se consideran para largo plazo", advierte el doctor Martín.
La realidad clínica confirma esta necesidad: "Porque la mayoría de estos pacientes, cuando tú dejas el medicamento, van a volver para atrás", concluye el especialista, subrayando la importancia de mantener la adherencia terapéutica para preservar los beneficios obtenidos.