Puerto Rico espera que en las próximas dos semanas la tasa de positividad alcance el nivel que tuvo en el mes de enero del presente año.
Por: Estefanía Santos
Ponce, la segunda ciudad más grande de Puerto Rico, se prepara para un evento masivo que reunirá a decenas de miles de jóvenes de toda la isla, aun cuando el porcentaje de positividad de COVID-19 en el país ronda el 25%.
Se estima que, como consecuencia de este hacinamiento, aumenten los contagios, hospitalizaciones y muertes en las poblaciones más vulnerables, por COVID-19; así lo manifestó el presidente de la Universidad Católica de Puerto Rico, Jorge Iván Pérez Arocho, en una conversación que sostuvo con la Revista de Medicina y Salud Pública.
Asimismo, el Dr. Miguel Colón, infectólogo del Hospital Auxilio Mutuo, especificó que el grupo que más contagios está registrando en la actualidad, es la población joven entre los 20 y 29 años de edad. “La tasa de positividad de estos jóvenes, debe estar rondando en un 40%, es decir, que 4 o 5 de cada 10 personas, ahora mismo tiene COVID-19”.
Expuestos estos datos sobre la prevalencia del SARS-CoV-2 en Puerto Rico, el Dr. Colón afirmó que los jóvenes manifiestan un cuadro sintomatológico leve, gracias a que toleran mejor la infección por ómicron; pueden experimentar dolor de garganta, congestión nasal y dolor de cabeza.
La preocupación de los expertos recae sobre el ciclo de contagio posterior en personas de su entorno “los jóvenes no se van a hospitalizar y muy rara vez mueren por la infección. Sin embargo, lo van a llevar a sus hogares y van a contagiar a sus madres y a sus abuelas. Desafortunadamente, ellas no lo van a tolerar de la misma manera”.
Y es que la población puertorriqueña adulta tiene un gran índice de obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares e inmunosupresoras por cáncer, lo cual añade un riesgo mayor al contagiarse con ómicron.
“De esas 200 admisiones que tenemos de adultos, la gran mayoría son adultos mayores de 50 años. Estamos viendo muchos adultos entre los 70 y los 80 años, a los que no les está yendo nada bien con el virus, pero que están respondiendo muy bien a nuestras terapias y, por eso, la tasa de defunción está bien baja”, argumentó el experto.
Los especialistas se preparan para que, a lo largo de este mes, la tasa de positividad alcance nuevamente los números registrados en el mes de enero del presente año, es decir, que si en este momento la prevalencia se encuentra en 500 por cada 100.000 habitantes, podría aumentar a 900 por cada 100.000, incrementando el número de hospitalizaciones y fallecimientos.
Sub linaje de ómicron predomina en la isla
Según el infectólogo, la sub variante BA2 sería la principal involucrada en los contagios actualmente. Adicional a esto, aseguró que la población puertorriqueña está bajando la guardia con respecto a las medidas preventivas sugeridas por las autoridades sanitarias.
“Estamos viendo que la mayoría de pacientes contagiados en los hospitales no tienen refuerzo o ninguna de las dosis de vacunación, es más, de los pacientes que yo he visto hasta el momento, nadie tiene la cuarta dosis de la vacuna contra el COVID-19”.
Se ha comprobado que las vacunas no evitan la infección, pero si previenen o disminuyen el riesgo de muerte: según estudios en Puerto Rico, la mortalidad de pacientes vacunados es del 3%; en paciente que tienen, por lo menos, la primera serie de vacunas el porcentaje es del 1.2%; y los pacientes que están completamente vacunados es menor del 0.7%. “Así que la diferencia que producen las vacunas en cuanto a la tasa de mortalidad es exponencial. Si de algo estamos seguros, es que debemos vacunarnos para no morir”.
El doctor Miguel Colón concluyó que para la ciencia, el SARS-CoV-2 ya está en fase de endemia, es decir, la influenza, vemos varios repuntes de contagios, pero no lo suficiente para seguirla llamando pandemia.
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