Los estudios de pacientes en estado crítico por el coronavirus han identificado que una gran parte de ellos tenían al menos una ENT: el 48 % de los enfermos hospitalizados en Wuhan; el 71,9 % de los ingresados en Nueva York y el 98,9 % de los fallecidos en Italia.
Publicado en EFE
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Los estudios de pacientes en estado crítico por el coronavirus han identificado que una gran parte de ellos tenían al menos una ENT: el 48 % de los enfermos hospitalizados en Wuhan; el 71,9 % de los ingresados en Nueva York y el 98,9 % de los fallecidos en Italia.
Así se ha puesto de manifiesto en la teleconferencia de prensa organizada por la Coalición Latinoamérica Saludable, México Salud-Hable y la Alianza de ENT, plataforma esta última que agrupa a cerca de 2.000 organizaciones relacionadas con la salud de 70 países.
La “desproporción” del impacto en los enfermos crónicos ha sido subrayado por el doctor Anselm Hennis, director del departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), delegación regional de la OMS en el continente americano.
“Nunca hemos visto una relación tan mortal” entre el coronavirus y estos enfermos crónicos, ha asegurado el especialista tras recordar que el epicentro de contagios de la COVID-19 se encuentra hoy en América Latina, con gran impacto para la salud y la economía.
Según Beatriz Champagne de la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC) y moderadora del debate, el 71 % de las muertes en el mundo se deben a las ENT, lo que representa más de 41 millones de personas fallecidas a causa de ellas cada año.
Es importante tener en cuenta que algunos tratamientos para estas dolencias se dirigen al sistema inmune.
Obesidad: factor de riesgoLa información que está surgiendo, de acuerdo con las mismas fuentes, sugiere que la obesidad es un factor de riesgo que lleva a peores
resultados en aquellos que están infectados por COVID-19.
El manejo del peso puede ser difícil en el contexto de la pandemia, ya que muchas personas en todo el mundo están viviendo con severas restricciones de movimiento.
Las restricciones al comercio también impactan en la disponibilidad de alimentos frescos, en el aumento de los precios y en el consumo creciente de productos altamente procesados, que tienden a ser altos en grasas, azúcares y sal.
La obesidad a nivel mundial casi se ha triplicado desde 1975, con un 39 % de los adultos con sobrepeso y un 13 % con obesidad en 2016.