Caso clínico sorprende a los médicos, pues las hormonas secretoras de estos tumores en su mayoría son de origen pulmonar.
Por: Belinda Burgos
Un tumor neuroendocrino metastásico le demostró a médicos, que una vez más pueden romper las barreras clínicas estipuladas en la literatura. Así quedó demostrado en un caso clínico registrado recientemente en la isla, donde un tumor neuroendocrino metastásico le jugó una trampa clínica a galenos del Hospital Municipal de San Juan.
El equipo médico esperaba localizar la patología en el área del pulmón por el historial de la paciente, pero no fue así. Según el doctor Christian Latorre, la mujer fue una paciente de 72 años, fumadora hace 50. Más aún, el cuadro clínico comenzó manifestándose por nódulos cutáneos y subcutáneos distribuidos por distintas partes del cuerpo, tenían aproximadamente seis meses de evolución y medían entre tres a seis centímetros.
Dr. Christian Latorre, del Hospital Municipal de San Juan.
Cabe señalar que la mujer nunca se había realizado ningún tipo de prueba de cernimiento como CT Scans de pecho, mamografías o colonoscopias, indicó Latorre a Medicina y Salud Pública (MSP). Los tumores neuroendocrinos (TNE) constituyen un heterogéneo grupo de neoplasias que se originan en células neuroendocrinas, que se distribuyen durante el proceso embrionario por todo el organismo.
No obstante, Latorre añadió que "los tumores neuroendocrinos realmente empiezan en las células secretoras de hormonas que se encuentran mayormente en pulmón, cerebro y sistema gastrointestinal. Las células neuroendocrinas son células maestras reguladoras del cuerpo humano. Al igual que son reguladoras, de esa misma forma desnivelan el funcionamiento del cuerpo".
De paso, la paciente indicó a los médicos que todo comenzó con un pequeño nacido en el cuello, que luego creció y más adelante, se habían formado muchos de estos por todo su cuerpo. "La progresión de estos nódulos fue de cuello, axila hasta llegar a abdomen. En cuanto a todo este cuadro clínico, la paciente solo se quejaba de debilidad y fatiga progresiva. Lo primero que nos vino a la mente fue la búsqueda de una malignidad en pulmón por su historial de fumadora por toda una vida. Para nuestra sorpresa, en el pulmón no se encontró nada. Una biopsia de la lesión de cuello nos dio el diagnóstico que tanto buscábamos. Estábamos lidiando con un tumor metastásico neuroendocrino", declaró Latorre.
El otro panorama clínico se sumó cuando los médicos decidieron buscar la etiología del tumor, al este no estar localizado en el pulmón. Entonces, una endoscopía fue la intervención que logró identificar su localización. "A la paciente se le hicieron todos los estudios pertinentes hasta llegar al cuerpo del estómago por endoscopia. Allí estaba nuestro tumor primario, un carcinoma neuroendocrino de tres centímetros", confirmó.
"Cabe recalcar que estos tumores tienen marcadores como lo son "Chromogranin", "Synaptophysin" y el "TTF". Estos nos ayudan a tener una idea más certera de dónde se encuentra el tumor primario. Pero no siempre es así, estos tumores pueden expresar marcadores no específicos de su lugar de origen, como lo fue en este caso. Esta paciente tenía marcadores que pretenden ser de origen pulmonar", reveló.
Latorre recalcó que el caso clínico recobró más importancia para los médicos, dado a la presentación agresiva con la que debutó el tumor en la piel de la paciente. "Es por esto, la gran importancia que no solamente los médicos tenemos en concientizar en pruebas de cernimiento. Si no que se debe ser también bien cuidadoso con cambios abruptos en la piel. Al final, la piel seguirá siendo nuestro mapa. Está en nosotros entender sus señales", concluyó.
Del caso también fueron parte facultativos del Hospital Municipal de San Juan, incluyendo Medicina Interna, Pulmonar, Endocrinología, Gastroenterología y Oncología.