La extravasación puede llevar a reacciones cutáneas, necrosis hística o lesiones muy severas.
Por: María Camila Sánchez
Los cateterismos venosos periféricos en recién nacidos se asocian a complicaciones como infecciones, flebitis, rotura de vasos y fugas de fármacos o suero.
La lesión por extravasación se refiere a la fuga de fármacos inyectados de los vasos sanguíneos que causa daño a los tejidos circundantes, necrosis de la piel y, en ocasiones, amputación.
La extravasación puede inducir reacciones cutáneas leves, necrosis hística grave o lesión tan grave que obligue a practicar una intervención quirúrgica, incluida la amputación.
El uso de piel de tilapia (TFS) es una de las nuevas estrategias que se han utilizado en el tratamiento de heridas.
Presentación del caso
Se trata de un feto masculino de 36 semanas y 4 días de edad, con peso al nacer de 1600 g, talla de 40 cm y perímetro cefálico de 31 cm, nacido de una madre de 25 años por cesárea en Obstetricia y Ginecología, en Urmia, Irán.
Al tercer día de hospitalización en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), se produjo una lesión por extravasación en la mano izquierda del lactante de un tamaño aproximado de 1 × 1 cm por catéter periférico.
A pesar de la extensa terapia con antibióticos intravenosos y el enjuague con solución salina normal, no se logró la cicatrización de la herida. El área necrótica se vendó utilizando piel de tilapia.
Para ello, primero se lavó la zona con solución salina normal durante 5 min y luego se colocó la piel de tilapia sobre la piel dañada durante 10 días. Después de un mes, la herida del recién nacido se había curado por completo.
Discusión clínica
Los bebés son más propensos a las lesiones por extravasación que los adultos, debido a que las paredes de los vasos periféricos son más sensibles y más delgadas.
Conclusión
Este caso ilustra que la piel de tilapia puede ser una alternativa adecuada a otros apósitos temporales que cubren la piel en recién nacidos prematuros que sufren lesiones por extravasación.
Otros autores enfatizan que el objetivo debe ser la prevención de la extravasación e infiltración. Esta medida incluye vigilancia frecuente de los sitios de punción, ritmos de goteo apropiados para el tamaño del catéter y valoración rápida, si existe preocupación de una posible infiltración.
Un programa de tratamiento para la infiltración o las guías basadas en evidencia y listas de verificación para lesiones por infiltración de soluciones fueron eficaces para reducir la frecuencia de infiltración de soluciones y aumento de la tasa de detección temprana de esta.
Una revisión Cochrane encontró que existía evidencia insuficiente para recomendar un apósito único o un método de fijación sobre otro para los catéteres periféricos y los catéteres centrales de inserción percutánea con el fin de prevenir complicaciones.
Otra consideración para la prevención indica reducir la administración de soluciones vesicantes a través de catéteres periféricos y preferir el uso de catéteres centrales.