Paciente presenta daño hepático tras consumo excesivo de suplementos de vitamina A

El hombre fue diagnosticado con trastorno compulsivo con fijación delirante por los suplementos dietéticos, según la evaluación psiquiátrica.

Por: María Camila Sánchez


Un caso clínico de la literatura médica presenta a un varón de 47 años con síntomas que incluyen distensión abdominal gradual, edema de piernas y disnea de esfuerzo progresiva, culminando en ortopnea (afección anormal en la cual una persona tiene un problema de respiración generalmente cuando está acostados semanas antes del ingreso hospitalario. 

Aunque negó el consumo de alcohol, admitió haber ingerido recientemente Ginkgo biloba y otros suplementos destinados a mejorar la memoria, la circulación y la función sexual. Al ingreso, presentaba taquicardia, caquexia y atrofia muscular. El examen físico reveló derrame pleural derecho, ascitis, hepatomegalia y edema bilateral.

Resultados con anomalías hepáticas

Los resultados de las pruebas mostraron anormalidades hepáticas, con bilirrubina total elevada, enzimas hepáticas alteradas y una disminución en los niveles de albúmina sérica. Las imágenes radiológicas confirmaron la presencia de grandes derrames pleurales. 

A pesar de la sospecha inicial de pericarditis constrictiva basada en un pericardio engrosado en el ecocardiograma, el cateterismo cardíaco resultó normal, excluyendo la etiología cardíaca de la ascitis.

Consumo crónico de vitaminas

En una entrevista posterior, el paciente reveló un consumo crónico y excesivo de diversas vitaminas y suplementos, con la creencia errónea de que fortalecerían su sistema inmunitario debido a la preocupación por una posible infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. 

Las pruebas de VIH resultaron no reactivas, y los niveles de varias vitaminas y minerales eran normales, excluyendo deficiencias nutricionales como causa.

El paciente fue diagnosticado con trastorno compulsivo con fijación delirante por los suplementos dietéticos, según la evaluación psiquiátrica. Una biopsia hepática transyugular reveló hallazgos compatibles con lipidosis de células estrelladas, indicativos de hipervitaminosis A. A pesar de múltiples ingresos por ascitis recurrente e hidrotórax hepático, el hombrecontinuó tomando megadosis de vitamina A. Se le colocó una derivación portosistémica intrahepática transyugular debido a la presión venosa portal elevada.

A lo largo de 8 meses, su estado de salud se deterioró progresivamente con empeoramiento de la ascitis, hidrotórax hepático, encefalopatía y peritonitis bacteriana espontánea. 

Lamentablemente, el trastorno psiquiátrico subyacente impidió considerarlo candidato para trasplante hepático, y falleció ocho meses después de la presentación inicial. Este caso destaca la importancia de abordar no solo las manifestaciones físicas de la enfermedad, sino también los factores psiquiátricos que pueden influir en el curso clínico.

Vitamina A

La vitamina A, esencial para la visión, sistema inmunitario y reproducción, se almacena en células hepáticas y está presente en suplementos y alimentos. Su forma activa, preformada en fuentes animales, puede causar toxicidad en exceso, a diferencia de la fuente vegetal, que requiere conversión. Se recomienda un consumo diario de 900 y 700 µg de retinol para hombres y mujeres adultos, respectivamente.

En Estados Unidos, la deficiencia de vitamina A es inusual, pero el consumo excesivo, especialmente a través de suplementos, puede llevar a la hipervitaminosis A. Aunque la toxicidad aguda presenta hallazgos inespecíficos, la crónica puede causar síntomas dermatológicos, esqueléticos y neurológicos, e incluso lesiones hepáticas.

Histológicamente, la hipervitaminosis A afecta los hepatocitos, causando lesiones y fibrosis. Esto puede resultar en hipertensión portal no cirrótica, como se observó en un caso con un gradiente albúmina sérica-líquido ascítico elevado. La concentración plasmática de retinol no refleja la carga hepática, y no existen marcadores no invasivos para evaluar el exceso de vitamina A.

Tratamiento convencional

El tratamiento se centra en la suspensión de suplementos y la eliminación de alimentos ricos en vitamina A, ya que no hay antídoto conocido. La hipertensión portal generalmente se resuelve en meses o años, pero en casos graves puede evolucionar a cirrosis, incluso requiriendo trasplante hepático.

Este caso destaca la importancia de indagar sobre la ingesta de suplementos dietéticos al evaluar pacientes con síntomas de cirrosis simulados. La conciencia sobre los riesgos de la hipervitaminosis A es esencial para la prevención y el manejo adecuado de esta condición poco frecuente pero bien documentada.

Acceda al caso clínico completo aquí.




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