Este caso se presentó en Puerto Rico en un niño de 6 años.
Por: Belinda Burgos
Las baterías en forma de botón están presentes en casi cualquier lugar de una casa, como por ejemplo audífonos, relojes, controles remotos, entre otros electrodomésticos, y si bien es pequeña, su ingestión representa un riesgo para la salud de los niños, siendo la población de mayor riesgo los niños menores de 6 años.
El siguiente reporte de caso lo realizaron recientemente médicos adscritos al Centro Médico Episcopal San Lucas de Ponce, quienes indicaron que un niño de años fue llevado a emergencias por presentar un dolor leve en el pecho.
"La madre refiere que el niño reconoció haber comido "chips" de maíz antes de quejarse de dolor en el pecho", y tras una evaluación, lograron localizar una batería tipo botón que fue sacada del cuerpo a través de esofagogastroduodenoscopia o endoscopia digestiva.
Batería extraída del cuerpo del paciente pediátrico.
No obstante, 48 horas más tarde, la madre del paciente informó que el menor tenía tos seca esporádica con rinorrea que se pudo tratar con rapidez. Sin embargo, los especialistas para estar seguros de que la condición de salud del niño estuviera bien, le practicaron un TAC de tórax donde se encontró una perforación esofágica.
Ante este diagnóstico, "se le administró antibiótico de amplio espectro IV durante 10 días. La esofagogastroduodenoscopia en serie mostró una mejora significativa con un esófago curado y tolerancia a los alimentos sólidos", indica el reporte del caso.
Por esa razón, los especialistas enfatizan en que las baterías de tipo botón siguen siendo uno de los accidentes por ingestión de cuerpos extraños más frecuentes en la población pediátrica. En un estudio reciente, las investigaciones estimaron más de 70.000 visitas a la sala de emergencias relacionadas con baterías en niños entre 2010 y 2019, de las cuales el 90 % involucró a niños que se tragaron baterías.
En estos casos, los mecanismos de lesión propuestos incluyen la fuga de descarga eléctrica del contenido de la batería o la necrosis por presión. "El daño al esófago se podía ver tan pronto como dos horas después de la ingestión, y se podían ver complicaciones incluso después de retirar la batería", recalcaron.
En conclusión, este caso destaca que en esta población se debe realizar una anamnesis cuidadosa, así como estudios de imagen apropiados si se sospecha la ingestión de un cuerpo extraño, con la pronta extracción para prevenir complicaciones como formación de fístulas, perforación aórtica, intestinal o esofágica, mediastinitis, entre otras.
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