Al paciente se le brindó hidratación agresiva hasta que sus niveles de creatinina estuvieran en rangos normales.
Por: Belinda Burgos
La creatina funge como un suplemento no regulado ni recetado, altamente utilizado entre practicantes del atletismo u otros deportes o personas que regularmente realizan ejercicios para mejorar el rendimiento de cada actividad.
El mismo ha tenido un reconocimiento favorable si se toman en dosis de mg por día, por cinco días, en adultos saludables.
Sin embargo, en personas con fallo de la función renal, se ha visto que el mismo puede provocar un desarrollo agudo de este órgano. Igualmente puede ocurrir en pacientes que estén utilizando medicamentos nefrotóxicos y consuman este tipo de suplementación.
Precisamente fue lo que ocurrió en un paciente puertorriqueño de 30 años, que arribó al Mayagüez Medical Center (MMC), que presentó síntomas del cuadrante superior derecho, de aproximadamente un mes y había empeorado en los últimos días.
“El paciente refirió que en esos últimos días iniciaba una nueva rutina de ejercicios y que hace dos meses utilizaba el suplemento de creatina en una dosis de 5 miligramos diarios. Este paciente no tenía historial de enfermedad renal en su familia, ni ningún tipo de hábito que sea considerado tóxico para el cuerpo”, explicó la Dra. Glorymar López Garayúa, parte de la residencia del MMC.
“Los niveles de laboratorios de creatinina en el paciente se mostraron elevados”, añadió, quien añadió que los médicos estuvieron en monitoreo de dichos niveles, por lo que el paciente se admitió en el hospital por daño renal agudo.
Luego de varios estudios incluyó un sonograma renal, y el mismo arrojó una función anatómica normal. Sin embargo, al realizarse un cálculo de su FENa -cálculo basado en las concentraciones de sodio y creatinina en sangre y orina- y se hallaron niveles que concordaron con un daño intrínseco del riñón probablemente debido al uso de medicamentos nefrotóxicos (que el paciente negó utilizar) o a la utilización de la creatina, que a su vez era utilizado en niveles incorrectos de 5 miligramos, en vez de una dosis recomendada de 3 miligramos, explicó además la Dra. López.
Durante el seguimiento del paciente, mejoró su diuresis y niveles de laboratorios relacionados a la función renal, abundó.
Este caso clínico en la isla trae consigo la concienciación del cuidado en el consumo de suplementos no regulados o utilizados en dosificaciones incorrectas.
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