La catatonia es un síndrome neuropsiquiátrico caracterizado por anormalidades motoras, alteraciones en la conciencia, afecto y pensamiento.
Por: Belinda Burgos
La catatonia es un síndrome clínico que provoca una alteración psicomotora y que a menudo no se diagnostica e igualmente, este tipo de síndrome neuropsiquiátrico no se conoce bien en términos de su prevalencia e impacto en personas adultos mayores.
Por tal razón, la literatura presentó un caso que busca alertar a la comunidad médica sobre la posibilidad de tomar dicha complicación entre los diagnósticos diferenciales que podrían afectar a esta población de pacientes, aún más cuando no responden a ciertos tratamientos o reciben dosificaciones recurrentes de los mismos por tiempos prolongados.
Se trató de un hombre de 73 años diagnosticado con trastorno del espectro autista y que presentaba síntomas de depresión. Al no responder a su medicación antidepresiva, los médicos administraron lorazepam -fármaco perteneciente al grupo de las benzodiazepinas, entre ellos ansiolíticos, sedante e hipnótico, anticonvulsivo, relajante muscular, entre otros-, y se produjo una mejora abrupta en el cuadro clínico de este paciente.
El paciente fue tratado extensamente con este medicamento, zolpidem y terapia electroconvulsiva durante su estadía hospitalaria de unos 16 meses, pero su catatonia finalmente demostró ser refractaria al tratamiento, establecieron los autores.
Las primeras descripciones de la catatonia se remontan a 1849, cuando se informó sobre unos 40 pacientes que presentaban manía, delirio, psicosis, insomnio e hiperactividad concurrentes. Para 1874, se describió a esta enfermedad como un síndrome psiquiátrico independiente caracterizado por un curso cíclico de fases maníacas, depresivas y psicóticas alternas, que provocan deterioro en la vida del paciente. Al momento se ha relacionado a una variedad de trastornos psiquiátricos y médicos.
“La catatonia debe considerarse rápidamente como un diagnóstico diferencial en personas mayores que presentan características atípicas de enfermedad mental funcional. Aunque se logró una mejoría parcial en el paciente con benzodiazepinas y terapia electroconvulsiva, estas no permanecieron todo el tiempo. Identificamos el trastorno comórbido del espectro autista, la duración prolongada de la catatonia y la sensibilidad a las benzodiazepinas como factores importantes en el pronóstico de este paciente adulto mayor”, describe el caso.
“La catatonia no se reconoce a menudo en los adultos mayores y la forma en que la catatonia responde al tratamiento en los pacientes de edad avanzada no es muy conocida. La edad avanzada también conlleva un riesgo mucho mayor de eventos adversos cuando se usan benzodiazepinas, incluido un mayor riesgo de sedación, caídas y fracturas. En general, el uso de benzodiazepinas es más problemático en la vejez, lo que significa que los resultados pueden ser peores en las personas mayores con catatonia”, concluyeron.
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