La exposición prolongada a la radiación de los móviles, junto con el tabaquismo y la diabetes, puede generar inflamación y estrés oxidativo, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por: Katherine Ardila
Un análisis del Biobanco del Reino Unido ha encontrado que el uso regular de teléfonos móviles está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV), especialmente entre fumadores y personas con diabetes.
El estudio, publicado en Canadian Journal of Cardiology, insta a mantener bajos los niveles de colesterol y gestionar adecuadamente el uso de dispositivos móviles para prevenir complicaciones cardíacas.
Hábitos de sueños descontrolados, angustia y neuroticismo
El investigador principal, el Dr. Xianhui Qin, profesor de nefrología en la Southern Medical University de Guangzhou, China, explicó que "un patrón de sueño deficiente, angustia psicológica y neuroticismo mediaron significativamente la asociación positiva entre el tiempo de uso semanal del teléfono móvil y el riesgo de ECV incidente, con una proporción mediadora de 5,11%, 11,50% y 2,25%, respectivamente".
El estudio incluyó a 444.027 participantes con una edad media de 56 años, de los cuales el 44% eran hombres. De estos, 378.161 eran usuarios habituales de teléfonos móviles, definidos como aquellos que realizaban al menos una llamada por semana. Durante un seguimiento medio de 12,3 años, 56.181 participantes desarrollaron una ECV incidental.
¿Cómo afecta el uso del teléfono móvil a la salud cardiaca?Los resultados mostraron que los usuarios habituales de teléfonos móviles tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar ECV (cociente de riesgos instantáneos de 1,04) y un mayor grosor de la íntima-media carotídea (GIMC) (cociente de probabilidades de 1,11) en comparación con los no usuarios.
La exposición crónica a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por los teléfonos móviles se refiere a la constante exposición a las ondas electromagnéticas que los dispositivos emiten para transmitir señales. Aunque los teléfonos móviles utilizan niveles bajos de radiación no ionizante, su uso prolongado puede generar ciertos efectos adversos en el cuerpo.
Uno de estos efectos es el estrés oxidativo, que ocurre cuando hay un desequilibrio entre los radicales libres (moléculas inestables que pueden dañar las células) y los antioxidantes que los neutralizan. El exceso de radicales libres puede dañar células, tejidos y órganos, lo que contribuye a la inflamación en el cuerpo.
La respuesta inflamatoria es la reacción del sistema inmunológico a este daño, y aunque la inflamación es una respuesta natural para proteger el cuerpo, una inflamación crónica o prolongada puede tener consecuencias negativas, como el deterioro de las arterias y otros órganos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Combinaciones que pueden deteriorar la salud
Cuando se combina esta exposición a RF-EMF con factores de riesgo como el tabaquismo y la diabetes, el efecto en la salud cardiovascular puede ser aún más perjudicial.
El tabaquismo ya está asociado con un daño en las arterias y la formación de placas que bloquean el flujo sanguíneo, mientras que la diabetes descontrolada puede provocar inflamación y daño vascular. La exposición a RF-EMF, al agravar el estrés oxidativo y la inflamación en estos pacientes, "puede tener un efecto sinérgico", lo que significa que los efectos combinados son mayores que la suma de los efectos individuales, incrementando significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
El Dr. Qin concluyó: "Nuestro estudio sugiere que, a pesar de las ventajas del uso del teléfono móvil, también deberíamos prestar atención a los posibles daños que puede causar a la salud cardiovascular". Recomendó incentivar la reducción del tiempo de uso del teléfono móvil y mejorar los hábitos de sueño y salud mental para mitigar el riesgo de ECV asociado.
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