El equipo médico reveló un aumento de amputaciones dentro del periodo de la pandemia de COVID19
Por: Belinda Burgos
Una vez más los cirujanos vasculares logran posicionar a Puerto Rico en la innovación de las prácticas quirúrgicas de la disciplina médica que tiene, entre tantas responsabilidades, salvar las extremidades de los pacientes severamente enfermos con afección arterial periférica y otras.
Los especialistas Dr. Jorge Martínez Trabal, Dr. Rafael Santini, Dr. Osvaldo Cardona González y el Dr. Ricardo Fraticcelli Rosado conforman el equipo de especialistas del Centro Episcopal San Lucas de Ponce que presentarán ante el Vascular Anual Meeting, el congreso más importante de cirujanos vasculares en los Estados Unidos, dos estudios de investigación que demuestra el aumento de amputaciones durante el periodo de pandemia por COVID19 y una nueva modalidad de intervención para pacientes con isquemias agudas en las extremidades.
“Nosotros analizamos un periodo de un año, que se dividió en un periodo de 6 meses antes de la llegada de la pandemia y 6 meses después de haber llegado la pandemia por COVID19, donde recuperamos unos 253 pacientes donde comparamos el periodo de estadía en el hospital, el periodo de estadía de intensivo, evaluamos cuántos pacientes terminaron con un procedimiento de amputación mayor y cuántos sufrieron letalidad intrahospitalaria”, explicó a Medicina y Salud Pública (MSP) por su parte el Dr. Fraticcelli.
“En cuanto los datos, no hubo diferencia de estadía en el hospital, y en el periodo de la pandemia COVID19, los pacientes tuvieron una estadía de periodo en intensivo menor, en comparación con periodos sin COVID19. Esto se adjudica a que nosotros tratábamos de sacar los pacientes de intensivo un poco más rápido porque en intensivo teníamos a los pacientes también con COVID19. En cuanto a la mortalidad, hubo más mortalidad en pacientes antes de la pandemia por COVID19 versus el periodo donde inicia la pandemia, que hubo una reducción en mortalidad. Esto lo adjudicamos a que los pacientes no estaban llegando a sus seguimientos médicos y posiblemente fallecían en sus casas”, sostuvo por su parte el doctor Santini.
Añadieron que otro dato significativo que el equipo de especialistas estará presentando durante el Vascular Annual Meeting será que precisamente los pacientes con la enfermedad de isquemia aguda de la extremidad llegaron con una condición mucho más deteriorada.
La isquemia aguda de las extremidades consiste en la interrupción brusca del flujo arterial por una obstrucción de una o más arterias. Las causas de isquemia aguda más frecuentes son las embolias y las trombosis.
“Los pacientes durante el periodo de COVID19 llegaron con esta enfermedad más severa y un pronóstico serio. Por lo tanto, se vio un aumento de amputaciones en el periodo de COVID19 de un 2% adicional, para un total de 5% de incidencia, versus la incidencia de amputaciones regular que fluctúa en 3%, lo que nos lleva a pensar que hubo un aumento en amputaciones por una enfermedad vascular más severa por miedo de buscar ayuda ante los contagios por COVID19. Esto refuerza la importancia de un centro vascular especializado con 24 horas siete días a la semana del cual formamos parte”, concordaron ambos.
Nueva modalidad de intervención en pacientes con isquemias en las extremidades inferiores
De otra parte, unos dos mil cirujanos vasculares de Estados Unidos e internacionales conocerán también una nueva modalidad de intervenir con pacientes con isquemias agudas en las extremidades inferiores con necesidad de revascularización, con necesidad terapia por presión negativa (TPN), por la dificultad que pueden presentar el cierre de sus heridas debido al edema que puedan presentar.
El TPN consiste en la aplicación de presión subatmosférica al lecho de una herida, como forma de tratamiento tópico no invasivo de la misma, facilitando la cicatrización a través de una acción multimodal.
“Muchos de estos pacientes desarrollan síndrome de compartimiento -afección grave que implica aumento de la presión en un compartimento muscular que puede ocasionar daño al nervio- donde el tejido empieza a afectarse y el músculo puede morir. El tratamiento para esto es una fasciotomía -cirugía para aliviar la hinchazón y la presión en un compartimento del cuerpo-para que el músculo pueda edematizarse y expandirse sin morirse”, informó de otra parte el doctor Cardona González.
“Nosotros estamos curando a estos pacientes con necesidad de fasciotomía de una forma distinta. La meta es mandar al paciente a la casa ya con la herida cerrada lo más que se pueda con sutura, pero hay pacientes con un edema muy grande que hace difícil que la herida cierre porque están muy hinchados. Hay varios tipos de intervención que se realizan, pero nosotros vimos que podíamos usar unos vendajes en este tipo de pacientes que no pudieran cerrarse primariamente (multilayer light compression). Comparamos los resultados en cuanto al tiempo en que tomó que la herida cerrara, los costos, entre otras cosas, y lo que encontramos es que pasaron mucho menos tiempo en el hospital siete días menos versus la terapia del sistema de presión negativa (Negative pressure wound therapy (NPWT)”, reveló.
Añadió que toda la muestra de 16 pacientes intervenidos de esta forma no requirieron el que sus heridas se cerraran con un “skin graft” y los costos de este tipo de terapia comprensiva con vendajes fueron significativamente menor.
“Esta intervención disminuyó los riesgos de que estos pacientes pudieran volver a la sala de operaciones y logramos la sanación completa de sus heridas”, celebraron.