El PICC-port se implanta bajo anestesia local, mediante una pequeña incisión de menos de 1 cm para insertar el catéter de forma segura. Tras una recuperación exitosa, el paciente ya no necesita punciones frecuentes ni mantener un catéter en su pecho.

Por: Katherine Ardila

El Hospital Internacional de Colombia ha logrado un importante avance médico con la implantación del primer dispositivo de acceso vascular de última generación en el país.

Se trata del PICC-port, un catéter vascular híbrido que incorpora una cámara o reservorio, y que se inserta en una vena del brazo, bajo la piel. Su principal función es facilitar la administración segura de líquidos, medicamentos y la extracción de muestras sanguíneas en pacientes que requieren un acceso vascular permanente debido a enfermedades como el cáncer u otras condiciones crónicas.

Fue insertado por el equipo de radiología intervencional del hospital, bajo la dirección del doctor Mathieu Pierotty, coordinador de la especialidad, quien explicó en detalle los beneficios de esta nueva tecnología.  

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Ideal para las personas con diagnósticos oncológicos 

El primer paciente en recibir este implante fue una joven de 19 años diagnosticada con cáncer. El doctor Pierotty explicó que "la paciente necesitaba un acceso vascular permanente para que le dieran su terapia oncológica". 

"Ella ya había tenido varios accesos vasculares en el pecho, pero estos accesos dejan unas cicatrices no tan agradables para las pacientes, porque terminan marcando la región pectoral y la región del pecho", explica. "Entonces le propusimos hacer el implante de este dispositivo, ya que tiene la ventaja de que es muy pequeño y permite hacer la implantación en el brazo, con una incisión menor de un centímetro". 

Así pues, en lugar de insertarse en la región del pecho, como los catéteres tradicionales, los enfermeros lo implantan en la parte interna del brazo, lo que minimiza las cicatrices visibles, no interfiere con las actividades diarias, supone menos estrés para los pacientes y mejora el proceso de recuperación. 

Para evaluar la idoneidad de los pacientes para el procedimiento, el doctor Pierotty detalló los requisitos médicos que deben cumplir:

"En general, lo único que necesitamos es el paciente que esté dispuesto a recibir el acceso vascular en la región del brazo, y que tenga una vena que sea permeable y un acceso central a las venas grandes. No hay criterios de exclusión, excepto la negación del paciente o alteraciones en la coagulación sanguínea que no puedan corregirse", explicó el experto.  

El procedimiento se lleva a cabo bajo anestesia local y tiene una duración aproximada de 30 minutos. Consiste en una pequeña incisión de menos de un centímetro, a través de la cual se inserta el catéter de forma segura y precisa, garantizando su funcionamiento para el tratamiento.

Una de las características que hace único a este dispositivo es su tamaño reducido en comparación con los catéteres tradicionales. 

El doctor Pierotty indicó que "anteriormente, los puertos que se utilizaban en el brazo eran los mismos que se usaban para los pacientes en la región pectoral. Esto traía ciertas dificultades, como el tamaño, ya que la cámara del reservorio era mucho más grande, lo que dificultaba la inserción, especialmente si las venas del brazo no estaban en buena condición". 

El nuevo dispositivo, con un reservorio que no supera los 1.5 centímetros, facilita la inserción y es mucho más cómodo y seguro para el paciente.  

Preparación para el procedimiento y recuperación

Afortunadamente, el implante de este dispositivo es un procedimiento de bajo riesgo y no requiere preparaciones especiales. 

"Normalmente, estos pacientes pueden estar en tratamientos de anticoagulación, tanto profiláctica como terapéutica, y no es necesario suspenderlos. El procedimiento tiene un riesgo de sangrado extremadamente bajo", agregó el doctor Pierotty.  

En cuanto a la recuperación, los pacientes pueden retomar sus actividades diarias inmediatamente después de la intervención. El único cuidado recomendado es mantener el sitio de la incisión limpio y seco durante los primeros ocho días, hasta que se complete el proceso de cicatrización. 

"La sutura que utilizamos es absorbible, por lo que no es necesario retirar puntos. En cuanto a la manipulación del dispositivo, debe ser realizada solo por personal capacitado y experimentado para evitar riesgos de infección", explicó el especialista.  

Este procedimiento pionero además de tener un gran impacto para los pacientes oncológicos, también ofrece una opción más para aquellos que requieren accesos vasculares permanentes por otros motivos, como la nutrición parenteral o la extracción repetitiva de muestras. 

"Este dispositivo es una excelente opción para pacientes que necesitan un catéter de larga duración y prefieren no tener un dispositivo en el pecho, como los pacientes pediátricos y adolescentes. También es una alternativa para quienes ya no pueden utilizar el cuello debido a radiación u otras condiciones", señaló el doctor Pierotty.  

El doctor concluyó mencionando que, desde el HIC, "Estamos brindando alternativas para aquellos que buscan reducir el impacto de las intervenciones sobre su cuerpo", dice. "Tenemos el personal, tenemos las instalaciones, tenemos los materiales, así que cualquiera que esté interesado puede estar tranquilo y venir con toda la confianza que aquí lo vamos a recibir con los brazos abiertos", puntualizó. 

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