La presión arterial alta o hipertensión

La presión arterial alta, también conocida como la hipertensión es una afección frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias.

Por: Denis Carolina Londoño


La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que el corazón bombea como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en las arterias. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén tus arterias, mayor será tu presión arterial. La lectura de la presión arterial se determina en milímetros de mercurio (mm Hg). Tiene dos números:

  • Valor superior (presión sistólica). El primero, o superior, mide la presión en las arterias cuando el corazón late.

  • Valor inferior (presión diastólica). El segundo, o inferior, mide la presión en las arterias entre los latidos.

Se puede tener presión arterial alta durante años sin presentar ningún síntoma. La presión arterial alta no controlada aumenta el riesgo de padecer graves problemas de salud, como el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular. Afortunadamente, la presión arterial alta se puede detectar fácilmente. Y, una vez que sabes que tienes presión arterial alta, puedes trabajar con tu médico para controlarla.

Síntomas

La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas, incluso si las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente elevados.

Algunas personas con presión arterial alta pueden tener dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente fatal.

Cuándo debes consultar con un médico

Probablemente, te midan la presión arterial como parte de tu cita de rutina con el médico.

Pídele a tu médico que te mida la presión arterial, al menos, cada dos años a partir de los 18 años. Si tienes 40 años o más, o si tienes entre 18 y 39 años y presentas un riesgo elevado de presión arterial alta, pídele a tu médico que te mida la presión arterial todos los años.

Por lo general, la presión arterial se debe medir en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado.

Tu médico probablemente te recomendará medirte la presión con más frecuencia si ya te han diagnosticado presión arterial alta o si tienes otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. A los niños de 3 años y mayores generalmente se les medirá la presión arterial como parte de su examen anual de rutina.

Si no visitas a tu médico con regularidad, es posible que puedas medirte la presión arterial gratis en una feria de salud u otros lugares en tu comunidad. También puedes encontrar máquinas en algunas tiendas que te medirán la presión arterial gratis.

Las máquinas públicas para medir la presión arterial, como las que encuentras en las farmacias, pueden brindar información útil acerca de la presión arterial, pero también pueden tener algunas limitaciones. La precisión depende de varios factores, como el tamaño adecuado del brazalete y el uso correcto de las máquinas. Pídele a tu médico consejos sobre el uso de las máquinas públicas para medir la presión arterial.

Diagnóstico

El médico te preguntará acerca de tus antecedentes médicos y te realizará una exploración física. El médico, el enfermero u otro asistente médico colocará un brazalete inflable alrededor del brazo y medirá la presión arterial con un tensiómetro.

La presión arterial en general debe medirse en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado.

Las mediciones de la presión arterial se clasifican en varias categorías:

  • Presión arterial normal: Tu presión arterial es normal si se encuentra por debajo de 120/80 mm Hg.

  • Presión arterial elevada: La presión arterial elevada es una presión sistólica de 120 a 129 mm Hg y una presión diastólica por debajo (no por encima) de 80 mm Hg. La presión arterial elevada tiende a empeorar con el tiempo, a menos que se tomen medidas para controlarla. La presión arterial elevada también puede llamarse prehipertensión.

  • Hipertensión de etapa 1: La hipertensión de etapa 1 es una presión sistólica que oscila entre 130 y 139 mm Hg o una presión diastólica que oscila entre 80 y 89 mm Hg.

  • Hipertensión de etapa 2: La hipertensión de etapa 2, que es una hipertensión más grave, es una presión sistólica de 140 mm Hg o superior, o una presión diastólica de 90 mm Hg o superior.

  • Crisis hipertensiva: Una presión arterial superior a los 180/120 mm Hg es una situación de emergencia que requiere atención médica de urgencia. Si tienes este resultado cuando tomas tus medicamentos para la presión arterial en casa, espera algunos minutos y vuelve a hacer la prueba. Si tu presión arterial todavía sigue alta, comunícate con tu médico de inmediato. Si también tienes dolor en el pecho, problemas de visión, entumecimiento o debilidad, problemas para respirar o algún signo o síntoma de un accidente cerebrovascular o ataque cardíaco, llama al 911 o al número médico de emergencia local.

Ambos números en una lectura de presión arterial son importantes. Pero después de los 50 años de edad, la medición sistólica es incluso más importante. La hipertensión sistólica aislada es un trastorno en que la presión diastólica es normal (menor de 80 mm Hg), pero la presión sistólica es alta (mayor de o igual a 130 mm Hg). Este es un tipo frecuente de presión arterial alta entre personas mayores de 65 años.

Debido a que la presión arterial alta normalmente varía durante el día y puede aumentar durante una consulta con el médico (hipertensión de bata blanca), el médico probablemente te tomará varias lecturas de presión arterial en tres o más citas médicas individuales antes de diagnosticarte presión arterial alta.

Tratamiento

Cambiar el estilo de vida puede ayudar a controlar la presión arterial alta. Es posible que el médico te recomiende hacer cambios en el estilo de vida, que incluyen:

  • Seguir una dieta saludable para el corazón con menos sal.

  • Hacer actividad física con regularidad.

  • Mantener un peso saludable o bajar de peso, si tienes sobrepeso u obesidad.

  • Limitar la cantidad de alcohol que bebes.

No obstante, a veces, los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Si la dieta y el ejercicio no ayudan, tu médico puede recomendarte medicamentos para bajar la presión arterial.

Fuente consultada aquí





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