La ciencia no es exacta y se lo demuestra cada día a médicos e investigadores.
Por: Belinda Burgos
Precisamente fue lo que se registró en un joven puertorriqueño que, con una epilepsia severa, presentó un inusual escenario clínico poco registrado en literatura.
Así lo relató a Medicina y Salud Pública (MSP) la Dra. Lislie González Veitia, Medicina de Familia de Manatí Medical Center (MMC), quien informó del caso de un paciente masculino de 22 años de edad, diagnosticado con epilepsia severa, que recibía tratamientos antiepilépticos y debido al estado de su condición, recibió un estimulador del nervio vago desde sus 10 años de edad.
Los procedimientos realizados al paciente fueron exitosos y se envió a su hogar con referido a cardiólogo y electrofisiólogo.
“Este caso es importante para el médico de familia porque somos los primeros que vemos estos pacientes. Si tenemos un paciente joven lo menos que pensaremos es en una arritmia cardíaca y menos si no cuenta con antecedentes de origen cardíaco. Ya esto nos demuestra que aunque estas arritmias son poco frecuentes en esta edad, siempre debemos tomar en cuenta estos tipos de escenarios. Y tenemos que pensar en reacciones adversas en pacientes con enfermedades crónicas así no sea del corazón. La función de nosotros es diagnosticar este tipo de patologías a tiempo para referirlo a tiempo a los especialistas necesarios”, abundó.
“Estos casos son muy raros. Solo ocurren en 5 personas de 100 mil habitantes en pacientes pediátricos. En estos casos el procedimiento de ablación es lo ideal”, concluyó.
Otros autores del caso lo fueron el Dr. José Perez Camacho, el Dr. Felix Betancourt Bojo y el Dr. José Martinez Barroso.