El fármaco evitaría complicaciones como la enfermedad de injerto contra huésped en pacientes que han sido sometidos a un trasplante de médula ósea.
Por: María Camila Sánchez
Un nuevo ensayo clínico de midstage sugiere que un tratamiento pionero podría prevenir los ataques inmunitarios graves que se presentan en trasplantes de médula ósea, una complicación frecuente de estos procedimientos.
En pacientes con cáncer de sangre, se utilizan altas dosis de quimioterapia o radioterapia con el objetivo de destruir las células cancerosas, pero estos tratamientos también dañan las células madre sanas que forman la sangre.
Por ello, para rectificar esta situación, los médicos pueden realizar un tipo de trasplante de médula ósea, conocido como trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas (TCHM), en el que se trasplantan las células madre hematopoyéticas de un donante sano a un paciente con cáncer.
Posibles inconvenientesEn ocasiones, las células inmunitarias del tejido del donante pueden atacar erróneamente el tejido del receptor al considerarlo extraño. Una forma a corto plazo de esta afección, llamada enfermedad de injerto contra huésped, afecta a cerca del 40% de los pacientes con trasplante de médula ósea, mientras que distintos estudios estiman que entre el 6% y el 80% desarrollan una forma crónica de la enfermedad.
Existen formas de reducir el riesgo de sufrir esta reacción, como la administración de fármacos inmunosupresores, ante el riesgo de reducir la capacidad del paciente para luchar contra los patógenos. También, existen tratamientos dirigidos a un tipo de células inmunitarias denominadas células T en el tejido del donante.
Sin embargo, aunque estas terapias pueden ser eficaces, pueden conllevar un mayor riesgo de recaída del cáncer o de infección, afirman los científicos en su estudio publicado en la revista Blood.
CDF24Fc: Reducción significativa de los riesgos
El nuevo tratamiento denominado CD24Fc desvía la respuesta inmunitaria en una fase más temprana al inhibir la respuesta de las células responsables de activar los linfocitos T.
De hecho, el tratamiento impide que las denominadas células presentadoras de antígenos activen las células T del donante que pasarían a atacar las células del paciente con cáncer dañadas por la radiación a la quimioterapia antes del trasplante.
Estas células presentadoras de antígenos pueden diferenciar entre las células huésped dañadas y los patógenos, por lo que el CD23Fc solo calma la inflamación ligada a la enfermedad de injerto contra huésped y no a otras actividades inmunitarias útiles.
Por ello, el CD24Fc también ha sido ensayado como tratamiento de otras afecciones exacerbadas por una respuesta inmunitaria descontrolada al daño tisular, como la infección grave por COVID-19.
Mecanismo de acción de CD24Fc
"Las dianas moleculares de la intervención son nuevas y originales", declaró a Live Science el Dr. Ivan Maillard, profesor de medicina de la Universidad de Pensilvania que no participó en la investigación. El CD24Fc interviene justo cuando el organismo percibe el daño tisular asociado al procedimiento de trasplante, en lugar de hacerlo más tarde, añadió.
En el nuevo ensayo participaron 26 pacientes con cáncer de sangre que recibieron tres dosis de CD24Fc un mes antes de someterse a un TCMH alogénico. También recibieron el tratamiento inmunosupresor estándar posterior al trasplante. De estos pacientes, sólo uno desarrolló EICH de moderada a grave en los seis meses siguientes a la intervención.
Los investigadores cruzaron los datos de los participantes en el ensayo con los de 92 pacientes sometidos al mismo procedimiento pero sin CD24Fc. Los resultados de estos pacientes se extrajeron de una base de datos, y 68 de ellos, es decir, el 74%, desarrollaron EICH en un plazo de seis meses.
Resultados preliminares positivos
Los resultados del ensayo son "impresionantes", dijo a Live Science el Dr. Javier Bolaños Meade, profesor de oncología de Johns Hopkins Medicine que no participó en la investigación. Sin embargo, después de un año, los investigadores no encontraron diferencias significativas en las tasas de supervivencia global, el riesgo de EICH crónica o las tasas de recaída entre los dos grupos, lo que fue "decepcionante", dijo.
Pocos efectos secundarios
El CD24Fc causó efectos secundarios mínimos en la mayoría de los pacientes, escribieron los autores en el artículo. Sin embargo, dos de los 26 pacientes desarrollaron un trastorno cutáneo poco frecuente pero grave denominado síndrome de Stevens-Johnson, que normalmente está causado por una reacción inmunitaria adversa a determinados medicamentos.
"No se puede excluir que esta complicación poco frecuente estuviera relacionada con la administración de CD24Fc, por lo que será necesario realizar un seguimiento y una evaluación cuidadosos en futuros ensayos", escribió en un comentario que acompañaba al estudio el Dr. Paul Martin, profesor emérito de investigación clínica del Centro Oncológico Fred Hutchinson de Seattle, que no participó en la investigación.
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