Tan importante es la madre de Jesús para el islam que una sura, como se conocen los capítulos del Corán, lleva su nombre: Maryam (María en árabe).
Después de siglos y siglos de eurocentrismo —tanto en el arte como en la religión— se sedimentó la imagen más conocida de Jesús: un hombre blanco, barbudo, de cabello largo castaño claro y ojos azules.