El 28 de septiembre de 1928, el científico escocés Alexander Fleming desarrolló, a partir de un descubrimiento casual, la penicilina, el antibiótico más utilizado en todo el mundo.
El problema añadido con este hongo es que se muestra resistente a los principales fármacos antimicóticos.
Aunque existe vacuna para muchas enfermedades también hay otras para las que no, como el sida, la lepra, la hepatitis C, la malaria o la sífilis