La muerte de Einstein hace 60 años significó el inicio de un extraño periplo para una de las partes más preciadas de su anatomía: su cerebro.
A Einstein le gustaba navegar y salir a caminar.
La carta sobre Dios fue subastada el pasado 4 de diciembre en la sede de Christie's en Nueva York por 2.892.500 dólares, todo un récord para una carta de Einstein.
La parte del cerebro de Einstein asociada al razonamiento visual y espacial era 15% más grande de lo normal. Otra característica importante es que le faltaba una fisura presente en el cerebro normal.