Investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) han concluido, en el mayor estudio hasta la fecha sobre esta cuestión, que los cerebros de los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
Departamento de Psiquiatría y Laboratorio de Aprendizaje del Miedo del Recinto de Ciencias Médicas podrían apuntarse el logro.