La cirugía vascular TCAR es una técnica más segura de la endoprótesis a través de una pequeña incisión en la base del cuello y el acceso directo de la arteria carótida, junto con la inversión del flujo neuroprotector durante la entrega del stent.
Un estudio publicado en medRxiv informó sobre manifestaciones neurológicas secundarias a la infección por COVID-19 en el brote actual que involucran al menos al 36% de los pacientes, lo que justifica el claro potencial neurotrópico del virus.