El milagro ocurrió el día de la Madre, en 1981. Ese 10 de mayo nacieron en Estados Unidos mellizos, un niño y una niña, perfectamente sanos.
Son engendrados y traídos al mundo sin elegirlo. Lloran y abren sus ojos evidenciando que una nueva vida acaba de arribar. Su frágil cuerpo llega con ganas de luchar, sin imaginar que su vida ha sido marcada…para siempre.