Un estudio sugiere que los niveles más altos de grasa corporal se asocian con diferencias en el cerebro, incluidos volúmenes más pequeños de materia gris
Un estudio publicado en «Radiology» sugiere que los niveles más altos de grasa corporal se asocian con diferencias en el cerebro, incluidos volúmenes más pequeños de materia gris
La forma y estructura del cerebro determina se asocia con la obesidad, lo que confirma la conexión que existe entre la acumulación de grasa y las consecuencias negativas para la salud mental, como la demencia.Según un estudio publicado en «Radiology», los niveles más altos de grasa corporal se asocian con diferencias en el cerebro, incluidos volúmenes más pequeños de materia gris.
«La resonancia magnética ha demostrado ser una herramienta insustituible para comprender el vínculo entre las diferencias neuroanatómicas del cerebro y el comportamiento», explica la autora principal del estudio, Ilona A. Dekkers, del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos). «Nuestro estudio muestra cómo la información obtenida a través de técnicas de imagen, como la RM, puede llevar a una mejor comprensión de las estructuras cerebrales que están involucradas en nuestra salud, como la obesidad».
La obesidad representa uno de los problemas de salud pública más importantes actualmente. La pandemia ha provocado una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Además, algunos trabajos previos también han relacionado la obesidad con un mayor riesgo de deterioro cognitivo acelerado y demencia, lo que sugiere que la enfermedad causa cambios en el cerebro.
El estudio analizó el porcentaje general de grasa corporal y no distinguió entre los diferentes tipos de grasa en el cuerpo, lo que, según Dekkers, podría ser un área para investigaciones futuras. De particular interés es la grasa blanca visceral que se encuentra alrededor de los órganos abdominales. Este tipo de grasa, también conocida como grasa abdominal, es parte del síndrome metabólico, un grupo de factores que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes.
«En el futuro, sería de gran interés analizar si las diferencias en la distribución de la grasa corporal están relacionadas con las diferencias en la estructura morfológica del cerebro, ya que la grasa visceral es un factor de riesgo conocido para la enfermedad metabólica y está vinculada a una inflamación sistémica de bajo grado», añade el autor principal del estudio, Hildo Lamb, de la Universidad de Leiden (Países Bajos).